Márquez: "¿Si vale la pena? Es algo que me pregunto a veces"
El piloto del Repsol Honda se sincera en 'L'Equipe': "Hubo momentos en los que pensé en dejarlo". Pero aceptó el riesgo: "El día que no lo haga, acabaré con mi carrera".
No han sido años fáciles para Honda. Pero, en especial, no lo han sido para Marc Márquez. Dos operaciones de hombro, la lesión en Jerez con fractura en el brazo derecho, otros tres pasos por el quirófano y, por si parecía poco, la reaparición de la visión doble en dos ocasiones. Un jarro de agua fría tras otro para el de Cervera que, pese a las dificultades, se sigue levantando con el objetivo de volver a ser campeón del mundo. Es una tarea muy complicada por varios motivos: él mismo reconoce que su pilotaje con el brazo derecho "no es el mismo" porque su condición le obliga "a utilizar más las piernas para controlar la moto", ya no puede jugar tanto con un tren delantero que se ha vuelto crítico y, para colmo, debe "evitar a toda costa un nuevo golpe en la cabeza para evitar posibles problemas de visión".
Márquez sigue luchando por volver a ser el Marc de siempre. Y, aunque su ambición y su estilo agresivo siguen intactos, "no es fácil" volver al nivel con el que firmó una remontada histórica en Jerez 2020, previa al accidente que ya todos conocemos. Aunque, tal y como confiesa el de Honda en una entrevista con L'Equipe, lo principal es dejar todos esos pensamientos fuera de la moto porque "de lo contrario, no puede ir más allá". Y, si sigue en MotoGP es porque, más fuerte que nunca, acepta el riesgo que este deporte conlleva: "Si no lo hubiera hecho, no habría podido marcar el mejor tiempo en los primeros entrenamientos libres bajo la lluvia en Portugal y no habría podido marcar el tiempo que hice en una pista todavía húmeda en la clasificación... Si no aceptara el riesgo, no podría ir rápido, y el día que no acepte el riesgo, acabaré con mi carrera".
Y, aunque ahora se abre por completo y lo explica con facilidad, también tuvo que afrontar los momentos más complicados de toda su carrera deportiva. Esos donde la mente juega el papel más fundamental. "Hubo momentos en los que pensé en dejarlo", confiesa el ilerdense, aunque "no definitivamente", más bien "en forma de un largo paréntesis". "Lo pensé el año pasado cuando me costó volver en primavera, y este año también después de aquella caída en Mandalika que me despertó el problema de visión... Pero me di cuenta de que si lo hacía, nunca podría volver tan bien como antes", añade, porque sabe que "cuando un campeón para un año, nunca vuelve a ser el mismo". Y él ya estuvo fuera de los circuitos por nueve meses. "Es difícil, pero sigo adelante", añade, sabiendo que "hay que ser realista sobre los objetivos que se pueden alcanzar".
¿Vale la pena?
Y la respuesta fue muy clara: "Sí, me hago esa pregunta de vez en cuando. Pero hasta ahora la respuesta ha sido siempre afirmativa. Sí, lo que estoy pasando vale la pena. Por supuesto que asumo muchos riesgos, pero así es como he conseguido ocho títulos mundiales. Sé que algunos piensan que si hubiera tomado menos riesgos habría ganado más campeonatos. Pero quizá también hubiera ganado menos. Nadie puede responder a esa pregunta. Si no tuviera esta mentalidad, quizá no hubiera sido campeón del mundo en 2013, ni siquiera en 2010, cuando corría en 125”.
La clave es tener siempre una motivación, aunque con su condición física, ya no sea la misma: "Hasta 2019, lo que me mantenía era el deseo de ganar. A pesar de las caídas y las lesiones, ir a por la victoria me motivó. Hoy, es un poco diferente. Lo que me motiva es más bien el reto de encontrar una manera de ir rápido y de rendir bien. Trabajar con mi equipo para encontrar soluciones a mis problemas sobre la moto, buscar otra forma de pilotar para volver a rendir... Aunque sea para ir a por un quinto puesto. La motivación es esta, encontrar las soluciones para volver a luchar por el podio y la victoria para intentar conseguir un nuevo título. Porque siento en mi corazón que este objetivo es alcanzable".
Y también porque la moto ya no es la misma con la que se proclamó campeón, pero "el potencial está ahí". Aunque tienen que seguir trabajando, aunque no pensando en todos los pilotos de Honda: "Ahora tenemos que centrarnos en lo que quiero, en lo que necesito. Creo que el equipo y Honda están empezando a reaccionar". Sin embargo, pese a que su brazo y su hombro "no son los mismo", afirma que "están bien para pilotar correctamente". Por ello, hay que explorar "otras direcciones" con el nuevo prototipo que todavía no conocen bien, con especial atención a ese tren delantero tan crítico: "Esta nueva moto está hecha para un estilo diferente, puedo adaptarme a ella, es lo que he estado haciendo desde principios de año, pero veo que no puedes aprovechar tu potencial pilotando así".