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MOTOGP | PORTUGAL

Márquez se enfrenta a uno de sus circuitos malditos

Portimao es uno de los cuatro trazados del calendario en el que aún no ha ganado el del Repsol Honda. Los otros son Austria, Indonesia y Finlandia.

Marc Márquez.
AFP7 vía Europa Press

Hay pocos circuitos del calendario actual en los que Marc Márquez no haya ganado al menos una vez, y el de Portimao es uno de ellos. De los 21 que componen el calendario actual, en sólo cuatro el del Repsol Honda no ha pisado el peldaño más alto del podio, y eso es algo que el ocho veces campeón del mundo quiere que cambie este fin de semana.

En su defensa por falta de resultados importantes en la pista portuguesa, hay que decir que es cierto que sólo ha tomado parte en un GP de los tres que ha acogido esta espectacular "montaña rusa", como la definen mayoritariamente los pilotos, y fue en la de su reaparición el año pasado, tras tirarse nueve meses en el dique seco por la fractura de húmero en el brazo derecho. No estuvo presente a finales de la temporada 2020 por encontrarse de baja y tampoco en la segunda cita que acogió el año pasado este escenario, bajo el nombre de GP del Algarve. Aquella baja fue la primera de las dos carreras que se perdió (la otra fue Valencia) por reproducirse diez años después los problemas de visión doble o diplopía.

Además de Portimao, los otros escenarios en los que Márquez no ha ganado aún son el Red Bull Ring de Austria, donde sí ha subido al podio; el KymiRing de Finlandia, que se estrenará en el campeonato el próximo mes de julio; y Mandalika en Indonesia, donde se cayó cuatro veces durante el fin de semana, siendo la última en el warm up y tan dura que no pudo tomar parte en la carrera y, de vuelta a casa, se le reprodujeron los problemas de visión doble que le impidieron también correr en Argentina.

La única carrera que Márquez ha disputado en el trazado del Algarve resultó muy emotiva, por ser el fin de semana de su reaparición, y lo saldó con un esperanzador séptimo puesto en una carrera para la que se había clasificado en la segunda fila con la sexta plaza. Al bajarse de la moto, las lágrimas asomaron a sus ojos, mezcla de emoción y de rabia por todo lo sufrido. Ahora vuelve a Portimao con la intención de luchar al fin por la victoria.