Rossi rechazó a Ferrari: "Decidí seguir en MotoGP"
La historia del italiano podría haber cambiado en 2006 cuando, con cinco títulos en la clase reina, pudo dar el salto a la F1 con el apoyo de la Scuderia.
El año 2006 podría haber cambiado la historia de Valentino Rossi para siempre. El italiano, con cinco títulos de campeón en la categoría reina y siete totales gracias a los logrados en las cilindradas inferiores (logró en título de 125cc en 1997 y el de 250cc en 1999), se probó en el Ricardo Tormo al volante de un Ferrari de Fórmula 1 y lo que podía parecer una simple cooperación italiana, terminó como una oferta dirigida a El Doctor, en la que se le dio la oportunidad de continuar su trayectoria como piloto sobre cuatro ruedas. Nunca ha sido un secreto la pasión del italiano por el automovilismo y la proposición de la Scuderia era muy atractiva para un piloto, que se decantó por un campeonato como MotoGP en el que disputó 25 temporadas.
Pese a la decisión final, existió la tentación. El propio Valentino reconoce en In Depth With Graham Bensinger que estuvo “muy cerca” de acabar en la parrilla de la Fórmula 1, de no ser por los sentimientos que le unían a un certamen en el que todavía le dio tiempo a sumar dos títulos más de campeón. “Mi corazón me dijo que me quedara en MotoGP”, relata Rossi, sobre una decisión que comenzó a forjarse con una llamada de los de Maranello: "Stefano Domenicalli me llamó y me dijo: ‘¿Por qué no pruebas uno de nuestros coches? Tenemos una pista rápida en Fiorano, hagamos un test aquí".
La respuesta del italiano no se hizo de rogar: "Acepté la oferta y organizamos la prueba". Más tarde viajó a Valencia y de partida, el primer día no fue tan bien como se esperaba. Pero tan solo necesitó una jornada para entender el monoplaza y marcar el noveno mejor tiempo de una tabla que compartió junto a 14 pilotos del Gran Circo. El hecho de que su brecha con Shumacher fuese de tan solo siete décimas, sirvió para convencer a los de Maranello… aunque no del todo: "Había un plan para pasar a la F1, pero no directamente con Ferrari. La intención era que comenzase con un equipo más pequeño, ganase experiencia y si iba lo suficientemente rápido, pasaría a Ferrari".
Las condiciones que puso sobre la mesa la Scuderia hacían que un piloto que lo tenía absolutamente todo, se tuviese que conformar con prácticamente nada. "Cuando llegué a casa decidí seguir en MotoGP", relata el italiano, en lo que fue una postura firme donde no sucumbió a presiones externas: "Me decían: 'Elige F1, ve a Ferrari’, porque eso era algo importante". Pero ni siquiera el apoyo de su madre ni su pasión por las cuatro ruedas, fueron capaces de hacer cambiar de opinión a un piloto que acaba de colgar los guantes como una leyenda del motociclismo.