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DAKAR

El Dakar de los líos

La de 2022 no ha sido una edición al uso. Se torció desde el principio con decisiones polémicas que costaron enderezar. Y tampoco ayudó lo que pasó fuera de carrera.

Yedah
Serradori en una salida.
Charly LópezASO

Hacer un repaso a lo sucedido en el Dakar 2022 es más un relato de sucesos que el resumen de una carrera. La competición en sí no da para muchos análisis después de que el primer día ya tuviera lugar la madre de todas las polémicas que decantó la balanza, sobre todo en coches. Luego llegarían más hasta una segunda semana en la regresaría la normalidad. Lo que ocurrió al margen de la carrera tampoco ayudó. Demos un repaso a todo ello.

El caótico 'waypoint'

Fue el primero y, sin duda, el punto más conflictivo de todo el Dakar, porque dejó fuera de juego a muchos nada más poner un pie en Arabia, entre ellos a Sainz. El madrileño, que se dejó dos horas aquel día, lideró las quejas de un numeroso grupo de pilotos que se perdieron por lo que fue un error del 'roadbook' evidente para la mayoría. De hecho, fueron menos los que encontraron el camino a la primera que los que se liaron a dar vueltas. "No todos somos idiotas", llegó a decir Carlos.

El perdón a Al Attiyah por la caja negra

El qatarí disputó la segunda etapa sin el sistema que registra los datos del motor porque sus mecánicos se olvidaron de conectarlo. Un descuido que pudo costarle la descalificación, según lo que decía el reglamento, pero los comisarios decidieron resolverlo con una multa de 5.000 euros por ser la primera vez y con la condición de no repetirlo. A cambio, le castigaron con cinco minutos por no llevar bien ajustado el cinturón y el HANS durante dos minutos en la octava etapa. ¿Una compensación?

Sin maratón por las lluvias

Eran muchos los que temían la segunda etapa por ser la que iniciaba la maratón, en la que no hay ayuda de asistencias fuera de la carrera, porque llegaba demasiado pronto. Pero cayó el diluvio en el desierto… Fueron varias zonas las que sufrieron inundaciones en el norte de Arabia, entre ellas la del vivac de Al Artawiyah que debía acoger a los pilotos. Quedó inundado, hubo que saltar al siguiente campamento de Al Qaisumah y renunciar a uno de los momentos más especiales de un Dakar.

El injusto orden de salida

Lo importante se cuece delante, pero el Dakar es una carrera para todos los que participan y no fue justo con algunos de ellos. Con la llegada del Mundial de Cross Country, el número de pilotos prioritarios con derecho a recolocación creció tanto como su lista de inscritos (previo pago de 15.000 euros), lo que dejó a los que no lo hicieron en una situación muy desfavorable. Laia o Esteve llegaron a salir detrás de una centena de coches y camiones por no acabar entre los 30 primeros. Luego, reconocieron el error y rectificaron.

Una idea que paraliza las motos

En los planes previos al Dakar no se anunció, pero cuando llegó el momento se comunicó que la quinta y sexta etapa, ambas con bucles alrededor de Riad, se alternarían para motos y coches. Cada categoría haría una distinta el mismo día para intercambiarlas al siguiente, pero fue un caos: neutralizaron las dos de motos. La primera, por la "fuerte movilización" de los helicópteros (no explicaron por qué) y la segunda, porque los coches y camiones destrozaron el terreno el día anterior. Una mala jugada.

Miran hacia otro lado con Loeb

Al francés se le desenganchó un soporte del BRX y perdió una rueda de repuesto por el camino. No se paró a recogerla, quizá porque cuando se dio cuenta ya era tarde, pero sea como sea es algo a lo que obliga el reglamento y por lo que se sancionó a otro piloto con cinco minutos unos días antes. En su caso, solo recibió una multa de 5.000 euros. Un caso parecido al de Al Attiyah. Al final, 'Seb' recibió esos cinco minutos por exceder la velocidad en la penúltima etapa.

Extradeportivos

Fuera de la carrera, el Dakar tampoco vivió sus mejores días en 2022. En la previa de Yeda, primero se asustaron los que superaron los test PCR en el último momento, como Petrucci o Sara García, y luego todos los que forman parte de la caravana al enterarse de la explosión repentina de un coche de asistencia conducido por el francés Boutron que incluso llegó a poner sobre la mesa una posible cancelación del evento. Y para terminar, otra tragedia con el fallecimiento de un mecánico francés en un accidente de tráfico.