MOTOGP | MISANO 2 | FABIO QUARTARARO
"¿Mi clave? Espabilar cuando era el 28 de Moto2 en Argentina 18"
Fabio Quartararo recordó que no lideró nunca ni Moto2 ni Moto3 y rompió a llorar al hablar de sus padres: "Ellos tienen una parte muy grande de culpa".
Casi sin voz, fruto de tanto grito y el llanto desconsolado de emoción tras cruzar la meta como nuevo campeón del mundo de MotoGP. Así atendió Fabio Quartararo a las televisiones con derechos en el GP de la Emilia Romaña y volvió a llorar emocionado cuando habló de sus padres.
-Es campeón del mundo...
-No sé qué decir, la verdad. No tengo palabras. Era un sueño desde que nací ser campeón de MotoGP y hoy lo hemos conseguido y no sé qué decir. Dar las gracias a la gente que me ha apoyado en los momentos duros, en los momentos que estaba lejos, pero hemos vuelto y somos campeones del mundo.
-¿Cómo se explica que su primer título sea el de MotoGP?
-Es así y nunca fui líder ni de Moto3 ni de Moto2, pero en cambio soy campeón del mundo en nuestro tercer año en MotoGP. No sé qué decir, pero estoy disfrutando como nunca.
-¿En qué momento de su carrera hubo un cambio para que pudiera llegar a este momento?
-Creo que en los momentos más difíciles, como en Argentina 2018 de Moto2, donde me había clasficado el 28, en ese momento me dije que o me ponía las pilas o nos íbamos para casa. En este momento di un paso hacia arriba. Tengo que dar las gracias a Speed Up, que en ese momento nunca me puso la presión de que tuviera que conseguir el resultado sí o sí y llegó la oportunidad de entrar en MotoGP. A partir de ese momento se disparó todo, pero creo que el momento clave es ese que digo.
-¿Qué ha sentido al cruzar la meta? Se le ve con poca voz.
-He llorado y gritado durante media hora, y es sólo el principio. Tengo ganas de ver si mañana voy a tener voz o no, pero seguro que lo vamos a celebrar esta noche.
-¿Qué le han dicho sus padres?
-Ellos tienen una parte muy grande de culpa. (Rompe a llorar de emoción y pide perdón). Tener a mis padres aquí, y a mi hermano con su novia, que me han apoyado en todo momento. Iban a estar también en Portimao, pero lo hemos ganado aquí, así que súper contento. (Y rompió a llorar de nuevo de emoción).
-¿Los ha asimilado ya?
-La verdad que ya he perdido un poquito de voz, apenas una horas después. He llorado un montón, he gritado y me siento maravilloso porque cuando he cruzado la línea de meta me han venido los recuerdos malos que he pasado. Proclamarme campeón de MotoGP es algo que no podía esperar cuando solo hace unos pocos años estaba sufriendo mucho.
-Ha tenido un fin de semana difícil...
-Nunca me había clasificado tan mal, 15º, y lo hago en la carrera más importante de mi vida. Escogimos buenos neumáticos, pero el duro habría sido mejor para nosotros. Estoy contento con cómo ha ido la carrera, aunque no hubiera ganado el campeonato estoy muy contento por esta carrera. El campeonato es algo extra.
-¿Qué ha cambiado del año pasado a este?
-Antes de comenzar la carrera estaba con Tom y me sentía nervioso. Pero me decía que pensase en las tres últimas carreras del año pasado, que fueron desastrosas. Todo lo que ha sucedido en este último año me ha ayudado muchísimo a proclamarme campeón hoy.
-¿Yamaha le ha dado una moto que se ha adaptado a la perfección a usted?
-Para ser honestos, el año pasado luchamos para tener la moto de fábrica, pero por culpa del Covid, la moto del año pasado era peor que la de 2019. Este año me he sentido mejor con el tren delantero y es lo que ha hecho que pueda ganar este año. Sabemos que la tenemos que mejorar en la potencia, pero las sensaciones que tenía en la frenada a la hora de realizar los adelantamientos han sido mucho este año. Es cierto que nos queda todavía que mejorar, porque nos falta potencia, pero me sentía fundido en la moto. Estoy disfrutando pilotando.
-¿Cuál ha sido el elemento clave este año para proclamarse campeón?
-Creo que la constancia. Hemos finalizado todas las carreras, puntuando en todas, incluso en Jerez con el problema en el brazo. En 2021 es lo mismo que en 2019, pero más rápido.
-¿Cuál ha sido el momento más importante del año?
-Yo creo que Mugello, porque Bagnaia era súper rápido y tuve una batalla con Zarco que gané. Creo que ese fue un momento clave porque recobré mucha confianza. Y el momento más difícil para mí fueron en 2016 y 2017. Y un momento que me ayudó a despertar fue Argentina cuando me clasifiqué 28º. Estaba al lado del coche de seguridad. Ese momento fue un punto de inflexión para mí y el momento en el que dije “despierta”. Mi estilo de pilotaje no funcionaba en Moto2, hablé con mi equipo, les dije que iba a cambiar y que necesitaría tiempo y a partir de ese momento finalizamos todas las carreras en el top 10 y dimos un paso adelante. Gané en Barcelona, tuve un podio en Assen y eso me permitió saltar a MotoGP. Fue el momento más bajo, pero me permitió rebotar y hasta ahora.
-Cuando ganó el CEV a los 14 y 15 supongo que ya soñaba con ser campeón del mundo. ¿Cómo pensaba entonces que iba a ser su camino?
-Por supuesto el primer paso era ganar el Mundial de Moto3 pero ni siquiera conseguí una victoria. Pasé a Moto2 con la intención de recobrar mi confianza. Pero no lo logré el primer año, el segundo sí y ganamos dos carreras. Pero no esperaba entonces subir a MotoGP. Por eso no tuve ni opción de pelear el título. Así que mi única posibilidad de ser campeón era en MotoGP, cosa que hemos conseguido y es algo que nunca me esperaba cuando hice mi primer test en Valencia 2018. Me dije “qué demonios hago yo montado en esta moto”. Me parecía imposible de pilotar. Había tanta potencia… y ahora estoy pidiendo más. Iba dando pasitos adelante, lento pero seguro. En los primeros test de Valencia, Jerez, Sepang, cada vez más cerca y ya en Qatar dimos un gran paso adelante y a partir de ese momento ya fui consciente de que iba bien. En mi tercer año en la categoría ya me he proclamado campeón y creo que todavía no soy consciente de que cuando miro a ese cartel pone que soy campeón del mundo.
-Hasta qué punto ha sido importante su familia en la consecución de este título?
-Normalmente no me gusta tener demasiados invitados conmigo durante el fin de semana, pero hoy sí que quería que estuviesen aquí conmigo y sentir su apoyo ha sido increíble. Hoy ha sido la primera vez que no he podido comer porque estaba muy nervioso. Y cuando tienes la adrenalina por las nubes, de repente te da el bajón y es como me siento ahora mismo. Tenerles aquí es lo mejor.
-¿La Yamaha es la mejor moto de MotoGP?
-Pues no lo sé, porque no he probado otra. Lo que sí te puedo decir es que si nos fijamos en los comentarios del resto de los pilotos parece que no, pero a mí me está funcionando bastante bien. Somos campeones del mundo juntos y podemos estar contentos. Me siento muy bien con la moto, pero tengo dificultades en algunas áreas. A veces me cuesta adelantar, pero con un poquito más de potencia podríamos tener la mejor moto sin duda.
-¿Cómo ha conseguido esta progresión?
-Creo que de un modo natural. Nunca he llegado a enfadarme por nada. El año pasado en Valencia estaba muy irritado porque tenía muchos problemas en todas partes. Me he dado cuenta que esa actitud no vale de nada y cuando estás enfadado, es cuando peor puedes expresar tus problemas y lo que le pasa a la moto. Este año, por ejemplo en Assen, Viñales era medio segundo más rápido que yo en entrenamientos pero mantuve la calma y pude ganar la carrera. Cuando ves que mantener la calma te aporta resultados, pues lo haces. Y creo que controlar estas sensaciones me ha hecho crecer mucho.
-Es el primer campeón en Yamaha desde Jorge Lorenzo...
-Jorge me ha dado la enhorabuena y me ha dicho que ya no era el último. No quiero parecerme a nadie, quiero ser distinto, pero sí que es verdad que tengo un estilo más parecido al de Jorge, pero un poco más agresivo. Cuando Jorge ganó sus títulos era muy fino y su Yamaha era así. Es como la de 2019 por eso mi estilo se parecía más al de Jorge. Pero este año la moto ha cambiado y mi estilo también. En estos dos años se ha convertido en una moto más agresiva y creo que las similitudes ya no son tan parecidas. Lorenzo y Rossi son dos grandes leyendas y es fantástico poder unirme a su club de campeones con Yamaha.
-Ha ganado ocupando la plaza que tenía Rossi el año pasado. ¿Le dice algo eso?
-Es un momento especial para Vale, pero también lo era para mí y cuando terminé mi celebración me encontré a Vale, me dio la enhorabuena. Y en ese momento éramos los dos únicos pilotos en la pista. Ahí le di la enhorabuena por llevar a este deporte a este nivel. Por él yo quise convertirme en piloto de MotoGP y me dio esas ganas de ser piloto de MotoGP.
-¿Cómo ha sido su infancia y a qué ha tenido que renunciar?
-A muchas cosas. He tenido que renunciar a muchas cosas sobre todo con mis padres. Cuando yo era pequeño mi padre trabajaba de lunes a viernes y el fin de semana íbamos a entrenar. Mi madre se quedaba sola en casa y cuando volvía entrenaba con mi hermano porque estaba un poco gordo. En un momento vi que tenía que dejar de comer hamburguesas del McDonalds. Cuando tenía 13 años me trasladé a España sin mi familia. no tuve una infancia normal y ha resultado más difícil. En realidad, cuando eres más pequeño te hace gracia no estar con tu familia porque te sientes mayor, pero ahora resulta duro. No he tenido una infancia normal pero si me fijo en dónde he llegado, la doy por buena. He trabajado muy duro, he madurado muy rápido. La verdad que no fue fácil.
-Es el primer campeón francés en la categoría reina...
-Me siento genial. No me lo puedo creer. Dos horas después de la carrera aún me emociono cuando veo el casco especial, la pizarra y recuerdo todo lo que hemos logrado. Aún estoy un poco en las nubes, no he terminado de asimilarlo. Sólo tengo 22 años y ya soy campeón del mundo.