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F1 | AUSTIN

McLaren está de moda

Zak Brown corre en casa y puede presumir del salto de calidad de McLaren en dos años: "El automovilismo es un juego de tendencias".

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McLaren está de moda

Zak Brown (Estados Unidos, 49 años) está de moda. El CEO de McLaren Racing corre en casa dos años después, pero la situación de su escudería, en la F1 y la IndyCar, se ha dado la vuelta en tiempo récord. En Austin 2019, el podio era una quimera para el MCL33 (aunque lo lograrían dos semanas después en Brasil, Sainz mediante) y la Indy 500 había sido un fiasco con la eliminación de Alonso en la clasificación. Ahora exponen en la vitrina los trofeos del doblete de Ricciardo y Norris en Monza, y el inglés hizo la pole días después en Sochi. En la IndyCar fueron terceros en la general, y con varias victorias, gracias al mexicano Pato O’Ward.

¿Cómo se da la vuelta a la tortilla? AS charló con el dirigente norteamericano, que no ve atajos: “Mi trabajo es fichar a los mejores del negocio. Empecé con Andreas (Seidl, director del equipo de F1). Y también brindarles recursos, libertad y confianza para que hagan lo que saben hacer mejor. Esa es exactamente la relación que tenemos Andreas y yo, él dirige el equipo y yo estoy preparado para darle todo el apoyo que necesite. Sucede igual con Taylor (Kiel), que gestiona el equipo de la IndyCar. Además, Andreas tiene la misma filosofía, busca a los mejores, confía en ellos, les da responsabilidad y libertad en sus áreas”.

“Después, el automovilismo es un juego de momentos y tendencias y ahora tenemos una buena, pero todavía cometemos errores y podemos aprender, constantemente, para seguir mejorando”, reconoce Zak, satisfecho con el desarrollo del GP de Estados Unidos: se esperan 150.000 asistentes, la máxima cifra de la F1 un domingo en los últimos tiempos: “Desde que Liberty adquirió el deporte se ha hecho mucho trabajo en el terreno y además la serie de Netflix ha generado mucha expectación”.

El Chevrolet de Dale Earnhardt, en Austin

En Austin, Brown tuvo un momento estelar cuando prestó a Ricciardo el Chevrolet Monte Carlo que pilotó Dale Earnhardt durante la Nascar en 1984, el coche pertenece a la colección privada de Zak y se apostaron unas vueltas si el australiano ganaba una carrera. "Ha sido muy divertido. Mi colección de coches la gestiono con pasión por el deporte, por los pilotos icónicos y famosos. El automovilismo es entretenimiento y tenemos la suerte de contar con dos pilotos que viven este deporte con diversión. Daniel es un gran fan de Dale, y hemos tenido la oportunidad de correr juntos y compartir nuestra pasión por el deporte, por el coche y por un piloto que son icónicos. Y además, estamos aquí para divertir a los fans, que comparten también nuestra pasión", dijo Zak.