Con el susto en el cuerpo
Alonso debió aparcar el coche en medio de la pista en el primer entrenamiento por un manguito mal apretado, pero el problema no tiene más consecuencias.
Fernando Alonso apenas había completado media vuelta al circuito de Las Américas cuando su ingeniero de carrera le precisó por la radio: "Para el coche". El español aparcó en la escapatoria de la curva 12, se bajó, echó un vistazo al carenado y se sentó en el guardarraíl. Desde fuera no tenía buen pronóstico, es lícito especular con que sus motores estén en las últimas porque es uno de los pilotos que ha completado todas las carreras hasta ahora con tres unidades de potencia.
Pero 45 minutos después, el asturiano regresó a la pista. El principal problema ahora parece el tiempo perdido, pero no la fiabilidad. Alpine solicitó la parada al piloto "por precaución". Unos minutos más tarde se confirmó la causa: un manguito mal apretado que afectaba al circuito de agua y, al no funcionar correctamente, recalentó el coche. Al tratarse de los primeros kilómetros del fin de semana, no era descartable algún fallo en el ensamblaje del monoplaza. Las vueltas del bicampeón no estuvieron entre las más rápidas de la mañana, fue 15º en la clasificación.
Mercedes está en otra liga
Delante, la primera sesión destaca a Mercedes como referencia indiscutible en Austin y confirma las sospechas: ya no están a la par con Red Bull, sino delante. En el entrenamiento, Bottas y Hamilton aventajaron a Verstappen en casi un segundo, una diferencia que parece insalvable durante el fin de semana. A favor del neerlandés, que Bottas saldrá con cinco puestos de castigo por cambiar le motor y eso elimina un rival directo, al menos en las primeras vueltas.
Inmediatamente detrás de los coches grandes está Ferrari, con Leclerc y Sainz separados por algo menos de dos décimas en la cuarta y quinta posición, respectivamente. El SF21 empieza fuerte. Por lo demás, un toque de Schumacher a Pérez, una salida de pista de Leclerc y un par de sustos de Raikkonen fueron lo más reseñable.