Fenómenos paranormales

Las pantallas informativas de la autovía advierten: "Puedes ir más despacio, ya estás en Texas". Alrededor circulan centenares de camionetas pick-up ultravitaminadas, otros tantos camiones de dimensiones insultantes o el autobús escolar de Otto. La Fórmula 1 regresa a Austin y al continente americano después de una temporada sin cruzar océanos por la pandemia, y lo hace convencida de que Estados Unidos es el mercado que tienen que conquistar para afianzar su posición entre los deportes globales.

Cuando se trata de Norteamérica, es la propia F1 quien tiene más interés por estar y competir, y no es el país promotor quien pone todos los medios para organizar una carrera, como sucede en la mayoría de entornos. En 2022 se correrá también en Miami y no es un secreto, o no se ha guardado bien, que el Mundial tantea a Indianápolis o Las Vegas como posibles escenarios para el medio plazo. Tampoco es casualidad que el campeonato lo gestione a una empresa americana, Liberty Media.

El país de la Nascar, las 500 Millas y la IndyCar aún no se identifica del todo con los monoplazas más rápidos del planeta (el F1 es alrededor de 20 segundos más rápido por vuelta que el coche de la Indy en Austin), pero las audiencias crecen a ritmo del 50% con respecto al 2020 y rondan el millón de espectadores por carrera en televisión. En el circuito habrá lleno este fin de semana, unos 340.000 espectadores, con el campeonato más disputado de los últimos tiempos: Verstappen defiende el liderato que recuperó en Turquía con seis puntos de ventaja sobre Hamilton y otras tantas carreras por delante en 2021. La inercia favorece a Mercedes con dos triunfos consecutivos. Ambos cuentan con motores nuevos.

El deporte americano, tan adherido a las estadísticas, podría buscar explicación a una cifra que roza lo paranormal y ha generado cierto revuelo en los últimos días: Verstappen ha liderado 469 vueltas en lo que va de curso; el resto de pilotos juntos no le alcanzan y Hamilton ‘apenas’ suma 133 pasos por meta al frente del pelotón. Pero aun con esa superioridad en carrera, el Mundial está apretadísimo. Queda la sensación de que Red Bull no materializó las fortalezas del RB16B en verano, aunque hay dos episodios que definen perfectamente la lucha por el título: sin los abandonos en Silverstone y Hungría por toques de sendos Mercedes, Verstappen debía estar más cerca consolidar su primera corona. Ahí Max perdió 43 puntos y ahora Hamilton está muy vivo.

Podio abierto

Sorprende también que en una temporada con dos pilotos tan fuertes, los protagonistas sólo han ganado dos carreras de las últimas cinco, desde agosto, obviando la procesión de Spa. Los podios no están tan caros para McLaren y Ferrari y a eso aspiran ambos en cualquier circuito mientras se disputan el tercer puesto en constructores. Carlos Sainz afronta su primer gran premio con el motor nuevo y sin penalización, será la mejor manera de comprobar el alcance de las mejoras en su SF21. En cuanto a Fernando Alonso, los puntos son el objetivo tras las buenas actuaciones recientes, amargadas los toques en Estambul. Se espera buen tiempo sobre un asfalto bacheado y exigente.