"Verstappen le habría dado un puñetazo a Hamilton en Monza"

Si hubiese una característica a destacar de Max Verstappen cuando llegó al Mundial, probablemente sería la agresividad la que se llevase todos los puntos. Desde que se estrenó en la F1, el neerlandés se distinguió por acciones al límite sobre el asfalto, que incluso le pusieron contra las cuerdas en los despachos y provocaron un ultimátum por parte de la FIA, con la intención de hacer desaparecer esa faceta conflictiva que, sin ir más lejos, sufrieron los Ferrari en primera persona durante el GP de Bélgica en 2016 a modo de vendetta.

Cualquier frustración de Mad Max se proyectaba en acciones al límite que crearon una imagen agresiva en torno a un piloto que comenzó el presente curso con la intención de desechar etiquetas y ha sido, curiosamente, en el año donde más presión está teniendo que soportar, cuando ha alcanzado un grado de madurez que sorprende a antiguas figuras del Gran Circo. "Ha dado un gran salto, se le ve mucho más relajado y más controlado en muchos sentidos", razonaba en Sport1 Timo Glock, expiloto de Jordan, Toyota, Virgin y Marussia, acerca del neerlandés en un momento de máxima tensión donde mantiene una guerra abierta con Hamilton.

Cada gran premio está siendo clave esta temporada en la pelea por el título, pero especialmente las citas de Silverstone y Monza podrían tener un peso muy importante a la hora de decantar al campeón. Y ni siquiera cuando las cosas no han salido según lo previsto para Verstappen, sobre todo en Gran Bretaña con el de Red Bull en el hospital y su máximo rival Hamilton en lo más alto del podio, el neerlandés ha perdido la compostura. "Hace dos años, en una situación como la del accidente de Monza, probablemente habría abierto el casco de Lewis y le habría dado un puñetazo. Ahora lo deja a un lado y piensa para sí mismo: 'Mira cómo sales de esto", valora el expiloto alemán, a modo de elogio sobre el comportamiento de Mad Max.

Sobre el otro contendiente al título, Glock considera que la templanza siempre ha formado parte de su trayectoria: "Lewis nunca muestra en el exterior que tiene presión. Sabe muy bien cómo mostrarse tranquilo". "Sabe que cuando se pone el casco todo depende de él", continúa argumentando el alemán, sobre una fachada que resulta inquietante en muchas ocasiones pero que a su vez, ha hecho de Hamilton un siete veces campeón del mundo que ahora, tiene que jugarse ser el mejor de todos los tiempos frente a la versión más madura del que está llamado a marcar una nueva generación.