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MOTOGP

El día que MotoGP "se envenenó" para siempre

Lin Jarvis, director de Yamaha, recuerda el polémico GP de Malasia: "Eso cambió el Mundial para siempre". Admite que Rossi podría haber ganado su décima corona.

El día que MotoGP "se envenenó" para siempre
MotoGP

2015. El año en que MotoGP se puso en boca de todos. Ya no solo por el reconocido Gran Premio de Malasia, si no por todos los antecedentes que dieron lugar al inicio de una rivalidad que sigue vigente, con Jorge Lorenzo, Valentino Rossi y Marc Márquez en el punto de mira de todos. No hace falta recordar lo que sucedió desde Australia hasta Valencia de ese año, porque, sin duda, la polémica marcó esas carreras. También serán recordadas las diferentes actuaciones en pista y, sobre todo, los dardos que los pilotos se tiraban entre ellos en las diferentes ruedas de prensa. El peor momento de un deporte que siempre ha enseñado su mejor cara al mundo.

Esa carrera y, en especial, esa acción en Sepang marcarán para siempre la historia del Mundial de MotoGP. Muy a pesar de los grandes aficionados al motociclismo, pero la polémica empapó el paddock del campeonato hasta la última cita de Valencia, una de las más seguidas de los últimos tiempos. Ya no solo por la sanción a Valentino Rossi cuando se jugaba su décimo Mundial, o la oportunidad de Jorge Lorenzo de coronarse por tercera vez, si no por cómo llegaban los humos tras todo los sucedido en Malasia. Y todo lo que se había hablado entre el italiano y Marc Márquez en Dirección de Carrera.

Pese a que muchos quieren dejarlo en el olvido. La acción sale, cada cierto tiempo, de nuevo entre los temas de actualidad. Esta vez ha sido Lin Jarvis, director de Yamaha Motor Racing, quien se ha referido a ese fatídico año, aunque para Yamaha fue su mejor temporada en MotoGP: ganó la triple corona, Lorenzo se proclamó campeón y su segundo piloto, en este caso Rossi, fue segundo en el mundial de pilotos. No se podía pedir más. O si, porque semejantes resultados que hicieron historia en la marca japonesa se vieron en un segundo plano por toda la polémica que marcaba la temporada. "El deporte que amamos se envenenó", admite Jarvis en The Oxley Interview.

MotoGP cambió para siempre

Y es que, pese a tener una gran relación con Valentino Rossi, el director de la marca japonesa es honesto y admite que, de no haber provocado toda la guerra, el italiano podría tener en sus manos el ansiado décimo título. Algo que, con su retirada a final de año, ya se quedará como un sueño por cumplir. "Fue un año para saborearlo y disfrutarlo. Todavía creo que si Valentino no hubiera 'atacado' a Márquez después de la carrera en Phillip Island todo el asunto no habría explotado y probablemente habría ganado el campeonato".

"Luego Jorge se vio involucrado y todo fue muy caótico. MotoGP empezó a ser como el fútbol, con aficionados partidistas insultando a pilotos. Eso cambió MotoGP para siempre", añade Jarvis, dolido, porque el Mundial nunca volvió a ser lo que era. En parte también porque la relación entre Rossi y Márquez no volvió a ser lo que era. Se quedó en algo cordial, se acabaron las bromas que mantenían entre ellos y cada uno fue por su lado.

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Tensión entre Lorenzo y Rossi

Con su carrera llegando al final esta temporada, Lin Jarvis quiso rememorar los mejores recuerdos junto a Rossi. Aunque, para recordar los buenos, también tienen que salir los momentos de mayor tensión. Sin duda, su llegada a Yamaha en 2004 fue toda una revolución, apostando por una marca que esta lejos de la Honda y con la que, aún así, pudo ganar el Mundial. De hecho, la primera victoria llegó ya nada más empezar el campeonato, en Sudáfrica. "Mucha gente dijo que con Valentino era un riesgo y lo fue. Cuando ganamos la primera carrera nos dimos cuenta de que todo era posible", añadía Jarvis.

Pero, tras años de triunfo con la marca, y el temor de que el italiano se pasara a la Fórmula 1, Yamaha optó por fichar a otro gran piloto. Jorge Lorenzo, principal rival de Rossi, se unió a las filas de la marca de los diapasones y eso, como era de esperar, no le gustó nada al italiano. De hecho, en 2010, todo saltó por los aires con un ultimátum: "En 2010 dijo 'soy yo o Lorenzo', lo que era inaceptable para nosotros. Nuestra relación empezó a deteriorarse y había mucha amargura". Sin embargo, dos años más tarde, sus caminos se volverían a unir hasta día de hoy, cerrando su carrera deportiva con la marca que más alegrías le dio.