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MOTOGP

Joan Mir comienza su Mundial

El balear recibe el impulso que tanto le pidió a Suzuki gracias al 'holeshot' y afronta las últimas nueve carreras más cerca de la victoria y el liderato.

Joan Mir ve la bandera a cuadros como segundo clasificado en el GP de Estiria.
JOE KLAMAR

No se puede hablar de milagro, pero quizás sea lo más parecido que hayan visto en Suzuki desde hace mucho tiempo. La marca que defiende corona en MotoGP, afrontó 2021 con una clara desventaja producida por la introducción en el resto de monturas contra las que competía del holeshot trasero y por fin, tras una petición interminable por parte de sus pilotos, este dispositivo ya es una realidad en la GSX-RR que además de cumplir con las expectativas, también le ha permitido a la firma japonesa dar un salto de gigante que la iguala, por fin, al resto de rivales. Y lo mejor de todo, es que no llegan tarde para pelear por un campeonato en el que todavía hay 225 puntos en juego para repartir.

El parón de las vacaciones marcó un antes y un después para la realidad de la marca y también para un Joan Mir, que dio comienzo en el GP de Estiria a 'su' Mundial. No porque no lo haya estado disputando hasta ahora (de hecho ha vuelto a hacer de la regularidad su punto fuerte), sino porque ahora sí está capacitado para luchar con todos y contra todos como ya demostró en Red Bull Ring. Segundo en el trazado austriaco plantando cara a la todopoderosa Ducati en esa pista, se le escapó la victoria por un segundo y medio. La diferencia más reducida con respecto al líder en lo que va de temporada una vez caída la bandera a cuadros. Pero lo más importante de esa cita fueron las sensaciones: “Me siento más cerca de la victoria”.

Como ya dejó claro hace tan solo un año cuando comenzó a encarrilar su título, Joan es consciente de que sin victorias no hay entorchado y estas palabras demuestran una vez más, que la mentalidad sigue siendo la de un campeón. De hecho, incluso en desventaja, ha sabido cumplir a la perfección con ese papel sufriendo con dignidad y exigiéndole a la marca los recursos necesarios en los momentos oportunos. Lo cual le ha catapultado hasta la tercera posición de una general (tiene 121 puntos) en la que ya metió el primer mordisco el pasado domingo. Mir llegaba a Austria con 55 puntos de desventaja respecto al líder, Quartararo, y aunque la segunda parte del doble la afronta con 51 en contra, esos 4 puntos pueden ser vitales en una lucha final donde los antecedentes también le invitan a soñar.

Motivan los antecedentes

Ahora el vigente campeón no solo ha recuperado esas tres o cuatro décimas estimadas que perdían por vuelta con respecto a sus rivales gracias a la mejoría en términos de aceleración. Con esta progresión la motivación también se ha visto reforzada y de las nueve citas que quedan por disputar, en un porcentaje algo superior a la mitad (porque hay doblete en el Ricardo Tormo y ahí ha conseguido su única victoria hasta la fecha en MotoGP), tiene papeletas para cosechar buenos resultados. La segunda mitad de temporada siempre ha sido su punto fuerte, de hecho en 2020 sumó seis de los siete podios con los que terminó el curso, y además, en Red Bull Ring, MotorLand, Misano y Cheste, también sabe lo que es subirse al cajón. Algo de lo que fue incapaz hace tan solo un año su máximo rival a la corona.

La presión destruyó a Quartararo durante 2020 en el momento menos oportuno, y aunque saber lidiar con ella como ha hecho Mir hasta ahora también es una necesidad, es cierto que el balear tiene delante en estos momentos a un líder muy sólido que poco guarda de ese Fabio al que condenaron las ganas. En cuanto a ambición puede que estén igualados, pero el título de campeón es un valor muy preciado que Joan quiere defender a toda costa y la ayuda por parte de la fábrica, ha llegado cuando todavía pueden luchar. A partir de ahora las Suzuki son una más en la parrilla y a igualdad de condiciones, serán los pequeños detalles aquellos que marquen la diferencia. Y en eso el español, sí que lleva algo de ventaja.