"Está en la mano de Rossi subirse o no la Ducati en 2022"

Como es costumbre en él, Paolo Ciabatti acudió a la rueda de prensa de los jueves para conocer de primera mano lo que decían los pilotos invitados antes de que empezara la batalla. El director deportivo de Ducati tenía en la sala de prensa de Assen a Jack Miller y a Johann Zarco, pero también a Valentino Rossi, que ayer anunció que regresaba a la filas de Borgo Panigale, porque será esta fábrica la que suministre las motos de su equipo, el Aramco Racing Team VR46. Uno de los pilotos será Luca Marini. El otro aún está por ver y a Ducati le encantaría que fuera el propio Rossi, a pesar de que para 2022 tendrá ya 43 años, tal como reconoce con la amabilidad que le caracteriza el señor Ciabatti. Es muy difícil que salga esa opción, pero está sobre la mesa...

-Qué foto tan bonita le acabo de hacer junto a Valentino Rossi...

-¿Me la pasas?

-Por supuesto, pero la tendría ya del segundo y último año de Valentino en Ducati, en 2012. Entonces intentó que se quedara más tiempo en su box, ¿no?

-No, no. Qué va. Yo empecé a hablar con Ducati en julio de 2012 y el final de la historia de Valentino ya estaba decidida con Ducati. Yo llegué un poco a causa de que no había ido bien y para reconstruir un poco el equipo Ducati de MotoGP. Conozco a Valenitno desde entonces.

-Llegó en su despedida de Ducati y se reencontrará con él en sus filas el año que viene. ¿Le ilusiona?

-Sí, Valentino vuelve a Ducati con su equipo y estamos súper contentos. Y también nos hace felices trabajar con la Academia VR46. Ya tenemos dos pilotos suyos en MotoGP, que son 'Pecco' (Bagnaia) y Luca (Marini) y tienen un equipo competitivo en Moto2, así que es un valor para Ducati trabajar con ellos.

-En España en casos así decimos que Ducati le ha metido un gol por la escuadra a Yamaha al ligar su nombre al de Rossi a partir del próximo año. ¿Cuánto de importante es este movimiento para su marca?

-(Sonríe). Estamos contentos. Todo esto lo empezamos a hablar cuando estábamos en Qatar, pero entonces sólo parecía una idea, porque tenía la opción de Yamaha, de Suzuki y también Aprilia. Con el paso de las semanas, empezamos a mostrar interés por las dos partes y, como dice Valentino, todo cuadra, porque se trata de un constructor italiano con un equipo italiano que tiene además una academia de pilotos de futuro italianos. Y todo eso con un nombre como el de Rossi. No fue un éxito cuando él fue piloto Ducati en 2011 y 2012, pero deberemos conseguir el éxito ahora juntos con su equipo.

-¿Habría Ducati hecho el esfuerzo de tener ocho motos en pista en la parrilla de 2022 de no ser por Valentino Rossi?

-Merece la pena el esfuerzo por juntar nuestro nombre al de Valentino Rossi.

-La Ducati de 2022 será más fácil de pilotar que la que Rossi pilotó en 2011 y 2012. ¿Gustaría en Ducati que Rossi continuara un año más sobre una de las motos de su equipo?

-La Ducati de entonces era una moto muy particular. Con la de ahora ya han estado en el podio cuatro pilotos diferentes, porque es una moto más fácil, que se puede pilotar con diferentes estilos de pilotaje. Está en la mano de Valentino subirse o no subirse a una de nuestras motos el año próximo. Estaremos súper contentos si él tiene ganas de hacerlo, pero es su decisión. Tiene 42 años y está en un momento importante de su vida. Depende exclusivamente de él lo que quiera hacer. Si le apetece continuar con una Ducati, súper contentos por nuestra parte. Si prefiere retirarse, también estaremos contentos de tener otro piloto de la academia (Marco Bezzecchi). Lo que es importante es haber sido capaces de encontrar un acuerdo para los tres próximos años con el equipo de Vale.

-¿Le propondrán a Rossi que se suba a probar la Ducati antes de tomar este verano su decisión sobre la retirada o la continuidad un año más? En Mugello, por ejemplo...

-(Se ríe). Desafortunadamente, no se puede hacer por el reglamento, ni en un circuito del Mundial ni en otro circuito.

-¿Y sin que nadie lo sepa?

-(Se parte de risa). ¡Cómo es posible que nadie lo sepa en estos tiempos! (Y se vuelve a reír).