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MOTOGP | GP DE ALEMANIA

Márquez: "Vi unas gotas y supe que era mi oportunidad"

"Es imposible salir de una situación así sin la ayuda de más personas, del equipo, de los médicos, el fisio, la familia, los amigos. De aquí no se sale solo", dice.

Sachsenring
Marc Márquez.
Marc Márquez.MATTHIAS RIETSCHELREUTERS

Amplia e interesante rueda de prensa de Marc Márquez tras su victoria en el GP de Alemania de MotoGP.

-¿Ha podido asimilarlo?

-Aún no acabo de darme cuenta de lo que ha ocurrido, pero sí que es cierto que ha sido un momento díficil de mi carrera y esta victoria me va a ayudar mucho a continuar pues cuando estás en una situación como esta, que vienes de tres ceros consecutivos, no es fácil continuar. Y tampoco desde el punto de vista físico, así que cuando crucé la línea de meta pensé en todas aquellas personas que me han ayudado a poder estar hoy aquí. La verdad es que es imposible salir de una situación así sin la ayuda de más personas, del equipo, de los médicos, el fisio, la familia, los amigos. De aquí no se sale solo y la verdad es que me han ayudado y me están ayudando mucho. Es cierto que en la próxima carrera volveremos a nuestra situación real, pero ahora es el momento de agradecerles a todos ellos, sobre todo a Honda por el respeto que me han mostrado durante todo este tiempo. Es algo que verdaderamente aprecio muchísimo. Esta ha sido una gran victoria para mí, para el equipo y para Honda.

-¿Cómo ha sido la carrera?

-Ya lo dije el jueves, que este iba a ser el primer fin de semana en el que iba a poder pilotar con menos limitaciones físicas al haber muchas menos curvas a derechas, con lo cual había menos curvas en las que perder el tiempo y aunque en las curvas a izquierdas no me siento al ciento por ciento de posición, pero no tengo ninguna limitación como para afrontarlas e ir rápido. Todos estos elementos en definitiva nos ayudan y, además, hoy he hecho la salida perfecta también. He hecho una primera vuelta perfecta y luego cuando he visto que caían algunas gotas pensé: 'esta es la mía'. Y continué tirando y empujando igual que antes, cuando estaba completamente seco, y conseguí una distancia, pero cuando vi que Miguel me recortaba las diferencias tuve mis momentos de duda, era difícil empujar, porque estaba pensando, más que en la situación dura o difícil, en los tres ceros consecutivos que llevaba en las tres últimas carreras y por eso era importante llevar la moto hasta el final de la carrera y al final lo hemos hecho bien.

-¿En algún momento del año pasado pensó que no volvería a verse en esta posición?

-Cuando sufrí la lesión, siempre tuve la sensación de que volvería y fuerte, pero la primera vez que piloté una moto de MotoGP en Portimao pensé: 'ufff, estoy lejos de mi nivel'. En ese momento me resultó muy duro y también en las siguientes carreras, pero lo que hice fue evadirme de los comentarios y concentrarme en mi equipo, escuchando a aquellas personas que querían ayudarme. Busqué algunos comentarios que me ayudasen mucho, como la llamada con Mick Doohan en Mugello, pues el pasó una situación parecida en 1992 y 1993. Pasé treinta minutos hablando con él y no hacía más que escuchar. Su situación era como si fuese la mía, con los mismos problemas sin pilotar como quieres y cometiendo errores. En algunas carreras irás rápido y en otras lento y no sabrás el porqué. Todos esos problemas que he tenido yo también esta temporada y que fueron los que él sufrió en el pasado y me ayudó muchísimo.

-¿Cómo de diferente ha sido esta victoria respecto a las diez anteriores en Sachsenring?

-La verdad es que esta victoria es diferente. No sé por qué, pero no me siento eufórico. Quizás a lo mejor lo asimile cuando llegue al box, pero es cierto que esto nos va a ayudar, pues era difícil a nivel mental tras tres ceros consecutivos. Lo fácil habría sido cortar y acabar en el podio, pero esa no es mi mentalidad. Yo quería seguir trazando mi línea y siguiendo mi instinto. El jueves me llamó Alberto Puig y fue muy directo:"Ya sabes lo que tenemos este fin de semana". Y no tuvo que decir nada más. Pero luego estuvo la parte racional, que es Emilio Alzamora, que me dijo que tuviese cuidado, que un 'top cinco' era suficiente. Lo que hice fue seguir mi instinto. Al hacer la salida perfecta y ver que me iba presionando Miguel, pero que podía, pensé que era mi día.

-¿Cómo se siente del hombro?

-El dolor está ahí. Es cierto que en esta carrera he tenido más dificultades que en Jerez, pero del resto de carreras no puedo decir nada, porque no las he acabado. No pude dar diez vueltas seguidas así que me imagino que la semana que viene me costará más, ya que Assen es un circuito que exige más de condiciones físicas, pero el dolor es dolor, no es un brazo normal pero necesita tiempo.

-¿Qué espera del resto de la temporada después de esta victoria?

-Es cierto que en este circuito hay dos aspectos. He pilotado con menos limitaciones físicas y con menos puntos débiles de nuestras motos. Las Honda han mejorado este fin de semana. Es cierto que en tiempo de carrera tenemos dificultades y es difícil de gestionar pues, mientras el resto tienen que gestionar el consumo del neumático trasero, nosotros también tenemos que gestionar el del neumático delantero y rodar más lento para poder conservar algpo el neumático delantero, no el trasero. Tenemos que pensar en muchos aspectos para mejorar para el futuro, en el que tendremos problemas enHolanda y quizás estaremos como en Mugello o Montmeló, pero tendremos que seguir trabajando para entender cosas y mejorar. Tendremos problemas para pasar a la Q2, pero necesitamos tiempo y la motivación, que ahí está. El test de Montmeló era importante para mí pues fue la primera vez que fui capaz de pilotar como yo quería, sin presión. Es como si fuera mi pretemporada. Fue sólo un día, pero rodé muchas vueltas y me ayudó a comprender muchas cosas con unos neumáticos que son muy distintos y la forma de pilotar cambia un poco.

-Cuando no era capaz de levantar la botella con su brazo, ¿no tuvo miedo de no volver a ganar?

-Por supuesto. En septiembre, octubre y noviembre tuve miedo. Más que de no volver a ganar, estaba preocupado por la evolución de mi brazo. Tenía menos fuerza y había una infección dentro de mi cuerpo. Íbamos atrasándonos en lugar de adelantar y estaba preocupado por mi vida, no por la competición, pero desde la tercera intervención todo se normalizó más, pero esa última parte del año fue muy difícil para mí.

-¿Cómo ha podido mantener la concentración en las últimas vueltas?

-Tenía que mantenerme muy concentrado y no rendirme. Eso era uno de los puntos clave, por eso decidí olvidarme de todo y traté de recuperar los recuerdos de este circuito y cambié el nombre de Oliveira por el de mi hermano, por cuando entrenamos en casa. Ahí normalmente el más rápido va detrás y el más lento va delante. Pensé que si me recuperaba no era problema, pero la verdad es que empujé a tope y no tiré la toalla.

-¿Tendrá vacaciones de verdad cuando llegue el parón o tendrá que seguir con la recuperación?

-Las vacaciones son importantes, como el trabajo, pero necesito dos semanas para descansar y desconectar, porque desde hace dos inviernos que no tengo vacaciones por las intervenciones y el fisio. Lo necesito aunque no llegue preparado a Austria.

-¿En qué posición pone esta victoria?

-Es difícil de decir porque todos los días son distintos. No se puede cambiar por cuando gané el campeonato. La situación que estoy viviendo ahora es realmente dura y hace que este día me enogullezca más del pasado, que es algo que normalmente no sueles hacer. Fabio lidera el campeonato y Miguel hoy ha ido muy bien y de todo esto quiero aprender. Es verdad que este día es importante, pero quiero estar mejor y llegar a ser el de siempre.

-¿Cuándo estaba acercándose Miguel tenía confianza en su brazo o pensó que no aguantaría?

-Tenía confianza en el brazo y en mi condición física. Era capaz de pilotar bien, solo en el cambio de dirección de la 10 a la 11 no era constante en todas las vueltas, pero el brazo izquierdo está trabajando muy bien y me he sentido en muy buenas condiciones físicas.

-¿Hasta dónde cree que puede llegar este año?

-Siendo realista, no sé y no me importa. Estoy a noventa puntos de Fabio y estamos hablando de pilotos de MotoGP, por lo que me da lo mismo acabar segundo, tercero o cuarto. Si no vas a ganar da lo mismo porque nadie se acuerda de quien hizo segundo en 2005, yo no lo recuerdo, así que creo que nadie lo recuerda. Sólo se recuerda a los que ganan y, aparte de eso, trataremos de trabajar arduamente y hoy es un día para disfrutarlo.

-¿Qué le pone el freno, la condición física o la moto?

-Es una mezcla de las dos cosas. Lo dije en Montmeló y lo digo aquí, yo no estoy ayudando a la moto y la moto no me ayuda a mí y este compromiso hace que todo se vuelva más difícil. En este circuito los puntos débiles no estaban tan presentes, sólo en dos curvas, y en el resto de curvas fuimos capaces de pilotar de la manera correcta. Llegaremos a Assen, donde no seré capaz de pilotar al ciento por ciento, y los puntos débiles de la moto estarán allí presentes. Tendremos que continuar trabajando, es lo que digo. Esta victoria es una motivación extra que nos da ánimos.

-¿Cuándo ha estado más preocupado, con su caída de Malasia y la pérdida de visión o ahora?

-Era distinto. Cuando tuve aquellos problemas de visión el problema fue más corto. Fueron sólo tres meses aunque era algo que decían los médicos que no sabían si sería capaz de regresar y pilotar una moto. Al final fue una operación y ya está, y fui capaz de volver a pilotar bien. La lesión del brazo ha sido algo muy largo y cuando te levantas un día, y al siguiente, y tratas de trabajar con el fisio, porque Carlos se vino a vivir un año a casa, y unas veces íbamos en un sentido y otras en otro. No íbamos mejorando al mismo ritmo, pero en Montmeló le dijé a Carlos y a todo el mundo que yo quiero volver a mi vida normal. Él ya está en Madrid y quiero retomar mi vida normal, entrenar con mi hermano, en el gimnasio, entrenar con la moto y retomar mi vida normal y eso ha cambiado después de Montmeló. No trato tanto el fisio y voy más a todo lo normal.