Una fórmula anti-fugas
El campeonato eléctrico se protege ante posibles marchas que imiten a las de Audi y BMW con la imposición de una multa para la marca que lo haga.
Es un campeonato en el gusta presumir de marcas, porque pueden y es algo difícil de conseguir en estos tiempos, no debe de haber sentado nada bien que dos de la importancia de Audi y BMW, que les acompañaban desde sus inicios de una u otra forma, hayan pegado la espantada en busca de fortuna en otras partes del mundo del automovilismo. La Fórmula E ha aprendido de esos dos golpes y ha actuado en consecuencia para asegurarse de que quien se comprometa con ellos, lo haga en plenas condiciones, y el que no lo cumpla tendrá que pagar por ello.
Porque eso es lo que ha establecido el certamen eléctrico, Mundial de la FIA desde esta temporada que empieza en Arabia Saudí el próximo 26 de febrero, en el nuevo procedimiento de registro de los fabricantes: una multa para aquellos que quieran dejar el campeonato. En concreto, la norma se aplica para el siguiente ciclo de la Fórmula E que empieza en 2022 y acaba en 2026, y que llega en consonancia con la nueva generación de monoplazas, el Gen3, que traerá más potencia (350 kW en su modo de entrega máximo) y menos peso (120 kg).
Esto es lo que dicta el Artículo 7.4: "En el caso de que un fabricante se retire del campeonato antes del final del ciclo, la única responsabilidad del fabricante y el recurso exclusivo de la FIA por dicho retiro será el pago por la inscripción en el Mundial y una cuota homologada desde la temporada en la cual el fabricante se retire hasta el final del ciclo, que se pagará en un solo plazo dentro de los 60 días posteriores a la fecha de vigencia del retiro. El fabricante será el único responsable de cualquier consecuencia hacia los competidores que suministra". Así se lo pensarán dos veces...