Sainz tampoco escapa del lío

Hay calles en Madrid con menos tráfico que el que se vivió el jueves en el desierto de Arabia, solo hay que ver la foto de la crónica para comprobarlo. Que una imagen así se haya producido este día no es casualidad, porque si las anteriores etapas fueron complicadas, la quinta se llevó la palma por ahora. A las habituales dificultades de navegación, se sumó un terreno con todo lo que puede tener un Dakar: dunas, pistas técnicas, zonas de piedras, sectores rápidos... Un mix que provocó jaleos como ese y, claro, pérdidas de tiempo importantes.

Viendo dónde ocurrieron la mayoría de los problemas, la primera parte de la especial de 456 kilómetros entre Riad y Al Qaisumah era la más delicada. Ahí se perdieron muchos, incluido Sainz, que llegó al primer 'waypoint' en el Km 43 cediendo casi media hora. Lucas Cruz y él no son capaces de tener ese día limpio que tanto buscan y tanto se les resiste pero, aunque volvieron a sufrir con la navegación, no todo fueron malas noticias. Porque pudieron apretar en el tramo final y recuperar tanto tiempo que dejaron la desventaja a la mitad.

Dicho esto, lo que no se puede negar es que volvieron a quedarse lejos del duelo que mantienen los dos principales aspirantes a la victoria en este Dakar, por ahora. Al Attiyah abrió pista, Peterhansel salió después de él y el resultado fue favorable para el francés, que consiguió sacar dos minutos más al qatarí. Sin embargo, ninguno de ellos fueron los mejores de la jornada, ya que se vieron superados por otros dos pilotos, dos sudafricanos: Baragwanat y De Villiers, que se llevó la victoria por 58 segundos y siendo primero siempre.

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Es el cuarto triunfo consecutivo para un Toyota Hilux, aunque esta vez fue para el copilotado por el español Álex Haro. Las tres anteriores fueron para Al Attiyah, que pese a sus esfuerzos y buen hacer, ve impotente como Peterhansel se le aleja un poco, seis minutos, pese a que el francés recibió uno de castigo por exceder la velocidad en la Etapa 3. Sainz continúa tercero y, por desgracia, cada vez les ve más lejos, a 48 minutos. Aún no se puede rendir, pero sus rivales no fallan y él no deja de perder tiempo, la tendencia tiene que cambiar pronto para poder soñar.

Quien tuvo una etapa más consistente, fue Roma, que pidió el día anterior en AS un día limpio y se puede contar este como tal. Acabó a diez minutos y seguro que con buenas sensaciones con el BRX, equipo al que una sanción a Loeb fastidió la alegría del día anterior (de ser 4º a 7º). No le fue mejor el jueves al ceder cerca de una hora. Pero peor aún les fue a dos hombres que aguantaban arriba: Serradori, que rompió una suspensión y tuvo que esperar al camión de asistencia, y sobre todo Lategan, que abandonó con fractura de clavícula tras un fuerte golpe. Una etapa así, pasa factura a muchos.