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DAKAR

Primera prueba, superada

El Dakar supera su primer escollo: el cierre de fronteras de Arabia Saudí. La caravana, salvo excepciones, está en Yeda lista para entrar en la burbuja.

Yedah
Carlos Sainz llegando al aeropuerto de Yeda.
Dakar Saudi Arabia

Cayó como una bomba y sembró el pánico en algunos sitios, pero si los pilotos que viajan cada año al desierto no paran de demostrar que son capaces de superar un escollo tras otro al límite de sus fuerzas, la organización del Dakar no iba a ser menos. No podían fallarles, a ellos no. Por eso, ASO se movió con rapidez nada más conocer el cierre de fronteras terrestres y marítimas que implementó Arabia Saudí, y que sigue vigente tras extenderlo otra semana más, para reorganizar la llegada de la caravana de la carrera a Yeda, donde echa a andar la prueba este domingo.

Con el parque de vehículos asegurado en la ciudad a orillas del Mar Rojo procedente en barco desde Marsella, la principal preocupación de los responsables era ubicar en vuelos chárter a aquellos participantes que vieron sus vuelos comerciales cancelados, y así lo hicieron. En cuestión de días y con 21 vuelos fletados desde varios puntos de Europa, incluso solucionando la vida a los miembros británicos de Prodrive, los del equipo de Roma y Loeb, que han podido llegar a Arabia desde donde se encontró la nueva cepa de coronavirus que ha vuelto a poner al mundo en alarma.

En el caso de los pilotos españoles, la mayoría se desplazó el domingo y el lunes con vuelos tanto desde Madrid como desde Barcelona. Tal fue el caso de Carlos Sainz, que se subió en el chárter del lunes en la capital y, previo paso por la Ciudad Condal, donde se subió el resto de pasajeros entre ellos su copiloto Lucas Cruz, aterrizó en Yeda por la tarde. Fue el principal atractivo del vuelo que estaba lleno de competidores y miembros de otros equipos con los que se hizo fotos e interactuó durante el desplazamiento.

Pero no todos los componentes del Dakar disfrutaron de un viaje plácido hasta Arabia, sobre todo los sudamericanos. Las conexiones con los chárter desde Europa eran más difíciles desde allí y algunos vivieron una odisea de vuelos cancelados que, o bien retrasaron su llegada o bien la hicieron imposible, viéndose obligados a renunciar a la competición. Igual que otros que tampoco tuvieron suerte, pero no con los viajes, sino con el COVID. Es el caso de Dani Oliveras, copiloto de Roma, o Francesc Ester, piloto de camiones, que han sido sustituidos al dar positivo.

Protocolo para entrar en la burbuja

Sin embargo, lo trascendental es que se ha salvado la competición, que la mayor parte de los participantes ha llegado con éxito al país y ya están listos para entrar en la burbuja que tratará de blindar la prueba frente al coronavirus. Para poder hacerlo con garantías, han de cumplir dos requisitos más: un confinamiento obligatorio en el hotel durante dos días y dar negativo en una segunda prueba PCR (para viajar hubo que presentar una primera realizada no más de 72 horas antes del vuelo) en las instalaciones del estadio King Abdullah.

Allí, en el mismo escenario donde se jugó la Supercopa de España de fútbol, y después un día más de confinamiento hasta recibir el resultado negativo, deberán volver para pasar las verificaciones técnicas pertinentes y recibir, de forma definitiva, luz verde para ser parte de la carrera. Únicamente de este modo se puede acceder al vivac, en el que una vez se entra no se puede salir hasta el día final. No hay invitados, ni población local más allá de los propios trabajadores que forman parte de la organización y hay que cumplir con las medidas sanitarias escrupulosamente.

Una vez dentro del vivac, la burbuja principal se divide en miniburbujas (equipos, organización, prensa...), las relaciones entre ellos deben limitarse al máximo (con especial cuidado en zonas comunes) y, en caso de darse, tiene que mantenerse la distancia (las entrevistas con pilotos soy muy limitadas y no habrá ruedas de prensa). Una brigada anti-COVID velará por el cumplimiento de las normas y un laboratorio móvil hará pruebas a personas con síntomas. Si hay un positivo, tanto ese caso como sus contactos estrechos deben abandonar el vivac. De momento, primera barrera, superada.