NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

DAKAR | NANI ROMA

"Esto es un regalo de la vida"

El catalán vuelve al Dakar con un proyecto nuevo e ilusionante, el del BRX, junto a Loeb, y tras 6.500 km de test. "Estamos listos para dar batalla", cuenta a AS.

Actualizado a
Nani Roma durante unos test con el BRX.
BRX

Mini y Toyota no estarán sólos en este Dakar. Un equipo nuevo llega dispuesto a dar guerra: el Bahrain Raid Xtreme, de Prodrive, y tiene una alineación de lujo con Loeb y Nani Roma. El catalán de 48 años comienza un proyecto que le ilusiona y que le ha tenido los últimos tres meses haciendo test sin parar. No han competido aún, pero está satisfecho con el coche (que se presenta hoy), confía en hacer un buen trabajo y así lo cuenta en AS.

Segundo año consecutivo que llega con un proyecto nuevo al Dakar.

—(Risas). Sí, es verdad. De todo siempre se aprende y el año pasado también aprendimos cosas, pero era un proyecto completamente distinto. Ahora hemos empezado uno de futuro, desde cero, porque la gente de Prodrive empezó con una hoja en blanco hace un año y poco, a diseñar el coche, y ya llevamos más de 6.500 kilómetros de test y seguimos aprendiendo. Estoy muy feliz de haber encontrado este proyecto.

Como dice, poco tiene que ver este proyecto con el de Borgward, pero ¿cuáles son las principales diferencias entre ambos?

Lo primero a nivel de capacidad. El anterior era un coche con un chasis de 2009 que mejoramos y había algunas posibilidades de poder crecer, pero sin saber bien qué querían hacer los propietarios. Y ahora es otro concepto, es la siguiente generación de coches de Cross Country: un coche muy compacto, con el centro de gravedad muy bajo... No se pueden comparar los recursos.

Además, la experiencia de Prodrive es una garantía.

Sí, claro, la gente de motor que los conoce, lo sabe. En marzo, justo antes del confinamiento, cuando vi lo que había y lo que hacían me quedé sorprendido de ver gente con tanta experiencia, con una pasión brutal, con ganas de hacer las cosas bien y con medios. Estoy contento de haber pasado tantos meses ya con ellos, porque en los últimos tres meses he estado dos fuera de casa, hemos trabajado muy duro.

¿Cómo surgió la posibilidad de correr con ellos?

Viene un poco de lejos. El año pasado, en la presentación del Dakar en abril, alguien de Prodrive me contó el proyecto y luego, en el primer vivac del último Dakar, estaba cenando con Jacky Ickx y se sentó con nosotros David Richards (director del equipo). Empezamos a hablar del proyecto y me dijo que le habían hablado bien de mí y quedamos en vernos después del Dakar, pero quedó ahí la historia. Más tarde contactaron conmigo y fuimos a la sede Bunbury (Londres) en marzo y nos enseñaron todo. Luego llegó el COVID-19 y te puedes imaginar... Nadie sabía nada.

Este proyecto nace con la idea de ser ganador, ¿lo ve posible?

Sí, sí. Para eso trabajamos todos, para ganar e intentar hacerlo en el menor tiempo posible, aunque será una empresa difícil. Sinceramente, han hecho un pequeño milagro con este coche porque hace cuatro meses no existía, cuando llegó el COVID todo se paró. Pero pudieron seguir montando el coche porque, menos transmisiones, suspensiones y motor, todo lo hacen ellos en la fábrica, por eso el proyecto ha sido posible. El coche va muy bien, pero como hemos ido justos de tiempo, tenemos miedo a que nos pase alguna cosa.

Además, Loeb y usted forman una de las parejas más fuertes del Dakar. ¿Cómo es compartir equipo con él?

Siempre que he tenido buenos compañeros de equipo me hacen mejor. Nos entendemos muy bien y tenemos el mismo feeling con el coche. Estuve probando el coche 15 días en Inglaterra y cuando vino él, solo un día, ya hubo un buen entendimiento, y en Dubái igual, he estado un mes y él seis días. Hemos encontrado una configuración muy parecida y no podíamos permitirnos otra cosa porque no tenemos tiempo. Los dos teníamos claro que había que hacer kilómetros para tener fiabilidad. Con Elena (copiloto de Loeb) también nos entendemos bien, normalmente, los grandes campeones son fáciles.

¿Tenían una relación anterior?

Poca, la verdad. Nos conocíamos de las carreras, claro, pero poco más, y ha sido un placer descubrirle. Lo pasamos bien, nos reímos y hay buen ambiente, es todo muy positivo.

¿Y cómo ha sido toda la preparación? Porque más de 6.500 km de test son una burrada...

Intensa, sin duda. Empezamos en Inglaterra, aunque zonas de desierto no hay muchas (risas), pero encontramos en Millbrook un circuito confidencial de test donde se hacen pruebas de todo tipo: hay un óvalo, pistas de asfalto, de piedras y también off road. Lo que más me preocupaba es que hubiera fallos de diseño y que se rompiese alguna pieza, había que ser muy agresivos. Fuimos a una pista de 4x4 con una zona de baches, me metí allí a fondo, saltando, y el equipo alucinaba, nunca habían visto un coche volar así (risas). Vimos que todo era muy duro y fuimos a Dubái más tranquilos, sabiendo que era un coche agradable de conducir y no explotaba nada. Y luego, allí estuvimos un mes rodando y probamos todos los terrenos. Fue de locos, un trabajo muy duro, estábamos todo el día.

¿Se puede decir entonces que están bastante bien preparados para el Dakar pese a no haber competido?

Estamos preparados, pero eso es lo que más me preocupa, no haber competido. La última carrera que hice fue hace un año y cuando veía a todos competir en Hail me caían unas lágrimas... (ríe). Este año la mayoría de pilotos iban a correr muy pocas carreras y eso iba a equilibrar mucho las cosas, pero se sacaron de la manga la Baja de Hail y ver a todos allí corriendo... Pero es lo que es. Nosotros no hemos competido y competir es competir, pero estamos preparados y tranquilos.

¿No hubo la posibilidad de haber corrido en Hail?

No. Teníamos pensado correr la Baja de Dubái a mediados de noviembre, pero se canceló porque todos iban a ir a la de Hail. Luego no había posibilidades porque tampoco somos muchas personas y han trabajado mucho, han hecho dos coches más ek de test en cuatro meses, es una barbaridad. Lo miramos, porque hubiera sido muy importante competir y ver dónde estamos, pero con el año que hemos pasado hay que quejarse lo justo.

Con toda la experiencia que tiene pilotando coches, ¿diría que el BRX es bueno?

Tenemos muy buenas sensaciones, pero lo decimos bajito porque hasta que no lo hayamos comparado con otros es difícil. Lo decíamos con Seb, no sabemos lo competitivos que somos, pero disfrutamos mucho conduciendo el coche y eso es una buena señal. El coche está muy bien pensado: la geometría, los pesos, el centro de gravedad... Es divertido.

Aun así, ¿habéis hecho estimaciones sobre dónde podréis estar respecto a Mini y Toyota?

Bueno, siempre piensas eso de que en esta pista cómo hubiera ido con un Mini o un Toyota. La sensación de todo es buena, pero ¿qué va a pasar con los buggys? Y vemos a Al Attiyah que es tan competitivo como Sainz y Peterhansel... Tenemos que ver, decir algo ahora es muy difícil, se verá en los primeros días.

¿Con qué posición se conformaría en el Dakar?

Si no ganas, nunca terminas de estar contento. Nosotros, más que con un resultado, nos conformamos con tener un coche competitivo, sería duro ver que no lo somos y es algo que puede pasar y tendríamos que aceptarlo porque hace cuatro meses este coche no existía. El objetivo es ese y tener claro que podremos ganar en un futuro próximo.

Pero supongo que para usted volver arriba, después de un Dakar 2020 complicado (fue 27º), será importante.

A nivel personal, esto supone volver a encontrar un proyecto realmente serio, que me entusiasma y me motiva. Lo vamos a pasar mal al principio, no va a ser fácil empezar a competir después de un año sin hacerlo, pero, para mí, todo lo que está pasando es un regalo de la vida. Con el año que hemos tenido, no puedo quejarme, solo puedo estar agradecido. Será difícil, sí, pero estamos listos para dar batalla.

¿Hay presión en el equipo para hacerlo bien?

Esta gente trabaja para ganar, pero saben de carreras y que no es fácil arrancar un coche y a los cuatro meses salir a ganar el Dakar. Volkswagen tardó seis años en hacerlo, el buggy de Mini tres o cuatro años... No es fácil. Nos costaría mucho digerir que no somos competitivos, que nos hemos equivocado. Ganar, vamos a ganar, pero lo digo siendo muy prudente.

Hablando del Dakar en sí, ¿le gusta el recorrido?

Sí, ya me gustó mucho el año pasado, también las zonas rápidas que no van a estar este, pero entiendo que hay que velar por la seguridad de las motos. Pasar por un sitio y ver a alguien tapado no sabes lo que es... y ya hemos visto demasiados. Por tanto, para mí todo lo que sea ir más lento y por la seguridad, para adelante. Creo que será una carrera interesante en un desierto y un país extraordinario.

Y, para acabar, ¿le preocupa que el coronavirus pueda afectar a la carrera?

Puede afectar a todo, yo estoy asustado. Puede hacer que te deje sin correr y eso a mí me preocupa. Una vez estemos allí, en la burbuja, puede ir bien, pero antes de viajar allí estoy bastante preocupado por esto.

Esperemos que todo vaya bien, gracias por atendernos.

Gracias a vosotros.