La FIA inicia una investigación sobre el accidente de Grosjean
En dos meses esperan presentar los resultados ante el Consejo Mundial. Estudiarán datos del coche y el piloto o el trabajo de los dispositivos de seguridad.
La FIA ha iniciado una investigación detallada sobre el accidente de Romain Grosjean en el GP de Bahréin. Se encargará el Departamento de Seguridad, que cada año analiza una treintena de incidentes graves en competiciones de todo el mundo, basados en Suiza y dirigidos por Adam Baker. "Como sucede con todos los accidentes graves, analizaremos cada detalle y colaboraremos con todas las partes implicadas. Hay muchos datos disponibles en la F1 y podremos determinar de forma precisa qué sucedió. El trabajo ya ha empezado", dice.
Esta investigación durará "entre seis y ocho semanas" y los resultados se presentarán ante el Consejo Mundial de la FIA. Estudiarán los apartados técnicos, operacionales y médicos y las medidas que se deberán tomar en el futuro para evitar esta clase de sucesos.
Analizarán los dispositivos de seguridad portados por el piloto como el casco, el HANS, la célula de supervivencia del chasis o el Halo, entre otros, además del mono y la ropa ignífuga. También se estudiará “la integridad del chasis y la seguridad proporcionada por la barrera para un impacto de esa energía y trayectoria, igual que el papel de los comisarios y el equipo de intervención médica” en la pista. Intervendrán la F1, Haas y la asociación de pilotos. Las primeras pesquisas apuntan a la batería y el tanque de combustible como desencadenantes del incendio, que fue lo que elevó la peligrosidad del fuerte choque.
Para recoger datos cuentan con una cámara de alta velocidad que apunta al piloto y recoge 400 fotogramas por segundo, para averiguar todo lo que le sucedió durante el accidente, además del sistema de registro del propio coche, que revela velocidades y fuerzas (220 kilómetros por hora y 56 G, confirmaron), como también los acelerómetros que se introducen en los oídos del piloto para medir el movimiento de su cabeza en un golpe. El piloto francés, de 34 años, se recupera en el hotel tras pasar tres noches en el Hospital Militar BDF. Sólo tiene quemaduras en las manos.