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MOTOGP | GP DE PORTUGAL

Oliveira es profeta en su tierra y Miller se venga de Morbidelli

El portugués arrasa desde la pole y el italobrasileño acaba subcampeón, pero Miller le gana la batalla por el segundo, que le da a Ducati el título de Constructores.

Oliveira es profeta en su tierra y Miller se venga de Morbidelli
Armando FrancaAP

Vaya fin de semana ha firmado Oliveira en el GP de Portugal, el de su casa, el del espectacular trazado de Portimao. El portugués ha arrasado en la carrera de MotoGP arrancando desde la pole, liderando de principio a fin y con una ventaja en la línea de meta de tres segundos sobre Miller, que se ha vengado de Morbidelli por la carrera del domingo pasado birlándole la segunda plaza en una brillante última vuelta.

El italobrasileño, eso sí, se ha garantizado el subcampeonato con el tercer peldaño del podio, una plaza en la general que nunca llegó a peligrar en realidad, porque sus perseguidores terminaron muy atrás: Rins 15º, Maverick 11º y Quartararo 14º.

Miller, en un día memorable para el motociclismo australiano, porque su compatriota Remy Gardner había ganado previamente en Moto2, le dio a Ducati el título de Constructores, finalmente con 19 puntos de ventaja sobre Suzuki. Menos mal para Mir que cerró el título el domingo pasado, porque este fin de semana ha sido un desastre para el flamante campeón. Se había clasificado vigésimo para la parrilla con problemas de electrónica y en carrera, aunque llegó a remontar hasta la decimotercera plaza en las primeras vueltas, luego le pasó de todo.

De entrada, Joan le dio un toque a Bagnaia que supuso la retirada del italiano con dolores en un hombro. Después se tocó con Zarco, lo que estuvo a punto de costarle la caída y perder todas las plazas que había ganado. Y al final entró a boxes con problemas en su moto. En definitiva, un fin de semana para olvidar, pero que duele menos al tener ya el título en el bolsillo.

La emoción de la carrera estuvo en la pelea por la segunda plaza, porque Miller se empeñó en llegar a Morbidelli y se cobró venganza de la carrera del domingo pasado, cuando fue el de Yamaha el que privó de la victoria al de Ducati tras una preciosa batalla en la última vuelta. Esta vez volvieron a protagonizar pasadas en el último giro, pero sólo fue la de Jack a Franco, en la curva 13. Su rival intentó aguantar en paralelo por fuera, pero acabó cediéndole la posición.

Más atrás, Pol remontó hasta la cuarta plaza desde la novena de la parrilla, y tenía motivos para estar muy contento, sobre todo porque se llevó un sustazo en la duodécima vuelta que a punto estuvo de descabalgarle de la KTM. Eso hizo que Crutchlow le volviera a superar, pero recuperó pronto la posición y se escapó del nutrido grupo que peleó por el quinto puesto. Esa pelea se la llevó Nakagami por delante de Bradl y Aleix. Detrás de ellos acabó Álex Márquez, que a su vez ganó el pulso a varias bandas por acabar noveno a Zarco, Maverick, Rossi y Crutchlow. Por detrás de ellos y hasta cerrar las 15 primeras plazas que dan acceso a los puntos, Quartararo y un Rins al que una mala elección del neumático trasero le hizo ir de más a menos. Mañana verá si tiene que operarse. Y más atrás terminó Rabat (18º) en su última carrera en MotoGP.

Se echará de menos al catalán en el paddock por su simpatía y quedará por siempre la duda de saber qué hubiera pasado de haber dispuesto mejor material. El que sí se queda en la parrilla, y por la puerta grande, es Oliveira, que ha sido profeta en su tierra y ha firmado de manera inapelable su segundo triunfo del año, porque ya ganó en Austria 2. Al final, KTM se queda con tres victorias, las dos del portugués y la de Binder en Brno, con lo que el año próximo habrá contar con ellos desde el principio. Será a partir del 28 de marzo cuando comencemos a gozar de nuevo del espectáculo de MotoGP. Hasta entonces, ¡gasss!