Arenas: "No he sido consciente del título hasta ver a mi equipo"
El piloto catalán se ha proclamado campeón del mundo de Moto3 en Portimao. "Es increíble, aún necesito un poco de tiempo para asimilarlo", dice.
Albert Arenas se ha proclamado campeón del mundo de Moto3 tras un durísimo final de carrera en el GP de Portugal, en el que ha terminado duodécimo, última cita del Mundial 2020. Así de satisfecho y feliz se muestra el nuevo campeón tras ganar el título en una entrevista facilitada por el Gaviota Aspar Team.
-¿Cómo se siente?
-Es increíble. Estoy todavía sin palabras. Sabía que si terminaba delante de mis rivales era campeón, pero no he pensado mucho en el título. Tenía problemas durante la carrera con el neumático trasero y me he intentado centrar en pilotar. Solamente quería conseguir un buen resultado. Al final, ha habido muchos toques en el grupo, todos eran muy agresivos. Era una carrera típica de Moto3. Hasta que no he visto a mi equipo en la curva, celebrándolo, no he sido del todo consciente de que era campeón del mundo.
-¿A quién le dedica este triunfo?
-Va por ese Albert que era pequeño, que soñaba un día con ser campeón del mundo, y por todas las personas que me han ayudado a ser yo mismo, a mejorar día a día y a hacer esto posible.
-¿Dónde diría que empezó este camino hacia el título?
-Fue un proceso, no hay una fecha en la que digas “a partir de hoy, voy a luchar por el Mundial”. Mirando más hacia atrás, por ejemplo, a cuando di el salto al Mundial, el sueño siempre ha sido ser campeón del mundo. Está claro que primero hay que pasar por un proceso de aprendizaje, de tener los pies en el suelo: no siempre se puede ganar y hay que ir dando pasos. A final del año pasado, con la victoria en Tailandia, empecé a ver qué es lo que realmente quería y el potencial que teníamos. Ese triunfo me hizo creer, luego durante toda la pretemporada de 2020 lo fuimos construyendo, y ahora, aquí estamos.
-Siendo líder del campeonato, recién lograda la primera victoria, de repente ve que el mundo se paraliza por la pandemia. ¿Qué pasó por su cabeza? ¿Cómo se preparó para llegar en plena forma a Jerez y sumar otra victoria?
-Al principio, cuando volvimos de Qatar, todo parece que vaya a ser algo pasajero y muy corto, pensábamos que era como un pequeño descanso y volvíamos a la actividad. No fue así, fue un cúmulo de muchas cosas. Había gente que me decía que iba a ser líder mucho tiempo y yo les decía que sí, pero que quería serlo con carreras, no estando en casa parados. Fueron meses de mantener la forma, de intentar mantenernos activos, de no perder esa chispa y ese ritmo después de cómo empezamos en Qatar y de lo que habíamos hecho en pretemporada. Creo que fue un momento duro para todos, pero sacamos cosas positivas de ese periodo.
-¿Cómo se sintió en Barcelona, después de la caída y de verse, por primera vez, segundo?
-El gran premio en Barcelona fue un momento difícil, nos quitaron de las manos algo que era nuestro, no lo perdimos nosotros. Fue parte del proceso de aprendizaje de esta temporada. Fui líder durante mucho tiempo, pero después de Barcelona me vi segundo. En Francia volví a recuperar el liderato y aprendí a gestionar cómo llevar la presión de ser líder, una presión que a la vez es la mejor sensación, porque pilotas dando tu máximo, sabiendo que eres el líder y que son los demás los que tienen que forzar. Tú solamente tienes que seguir haciendo lo que estás haciendo, disfrutando de ello.
-Siempre decía: “Todavía no es momento de pensar en el campeonato”. ¿Cuándo llegó ese momento?
-Hay que empezar a pensar en el campeonato cuando puedes conseguirlo de forma matemática. Si no, no tiene sentido adelantarse a los acontecimientos, eso te puede llevar a desconcentrarte, a relajarte y a meterte más presión de la cuenta. Una vez hay opciones matemáticas de conseguir el título, ahí es cuando hay que empezar a pensar en cómo gestionarlo. Hasta ese momento… A mitad de temporada no quería pensar en ello, pero quieras o no, es inevitable. El equipo también me iba diciendo “si no puedes ganar, intenta puntuar, es importante…”, y quieras o no, ahí estás ya pensando en el campeonato. Me quedo con la sensación de después de Barcelona, ahí di un paso en ese aspecto y me lo llevo para el futuro.
-Su objetivo este año era ser regular y consistente. ¿Cree que lo ha conseguido?
-Hemos conseguido ser muy consistentes en cuanto al ritmo y regulares en cuanto a estar siempre en cabeza, para poder ganar o hacer podio. Luego, lo que hemos podido traducir en puntos no es lo que me hubiese gustado. Al final, hemos dado un paso adelante, hemos conseguido ser regulares y consistentes en esas posiciones. Ya tengo más retos para el futuro, convertir esa regularidad en más puntos.
-¿Ha aprendido a saber cuándo puede arriesgar y cuándo no?
-Más o menos. Es un tema más mental, de cómo afrontar la carrera. Una vez en pista, siempre he sabido bastante bien cuándo arriesgar y cuándo no.
-¿Cuál diría que ha sido el peor momento del año?
-El peor momento fue la primera carrera de Valencia. En la segunda vuelta, llevando 19 puntos de ventaja al segundo, después de ser primero en la sesión de calentamiento y de tener un ritmo muy bueno, se cae uno de mis mayores rivales, que es Vietti, lo consigo esquivar, y luego me viene un piloto por detrás, me impacta y me rompe la moto. Ese fue el peor momento. Fue una sensación de impotencia, al no poder luchar con mis rivales en la pista por los puntos. Ese fue el peor momento después de Barcelona.
-¿Qué le diría, si pudiera, al Albert de cuatro años que se sube por primera vez a una moto?
-En el invierno de 2000 probé por primera vez una minimoto, y, si pudiera, le diría que disfrute haciendo lo que hace, pero, sobre todo, que no tenga prisa por crecer. Cuando somos niños tenemos muchas ganas de crecer, de avanzar, pero no hay prisa. Que disfrute de cada momento, disfrutando de cada momento todo llega.
-Todo llega, pero, a la vez, hay momentos de su carrera en los que quizá ha llegado a pensar “esto no va a llegar”...
-Sí que te planteas cosas, piensas, le das vueltas… pero en ningún momento pensé algo muy definido. La temporada pasada intentaba pensar en la situación que tenía, quedaban carreras, estaba con mi moto y mi equipo y aún quedaban muchas oportunidades. Eso fue lo que me hizo tirar hacia delante, dar ese paso en cuanto a pilotaje y como persona, que ahora me ha llevado a conseguir esto.
-¿Cuántas ganas tiene de subirse a la Moto2?
-Muchas, muchas. Después de unos años de mucho aprendizaje y de muy buenos recuerdos, tengo ganas de una moto grande, de más potencia, de neumáticos más anchos y más margen de derrapaje y de inclinación. He entrenado mucho tiempo con la 600 y es algo de lo que tengo muchas ganas.
-¿Cuál será su objetivo para ese 2021?
-El objetivo es llegar a la categoría reina, y estar en Moto2 es estar un paso más cerca de lograrlo. Quiero seguir siendo yo mismo, como he sido este año, seguir disfrutando de cada momento y seguir aprendiendo. Eso nos va a llevar a conseguir todo lo que queramos.
-¿A quién le dedica este triunfo?
-Va por ese Albert que era pequeño, que soñaba un día con ser campeón del mundo, y por todas las personas que me han ayudado a ser yo mismo, a mejorar día a día y a hacer esto posible.