Mercedes apuesta por la continuidad de Lewis Hamilton
Wolff descarta que su campeón se vaya a marchar, aunque advierte: "Todos estamos felices, pero muy cansados". Son siete títulos de fabricantes.
Mercedes certificó el domingo su séptimo título de constructores consecutivo en la Fórmula 1. Vale más el de pilotos, pero ambos suelen llegar de la mano (matemáticamente también lo tienen asegurado), y en cualquier caso hace justicia a la enorme superioridad del W11 esta temporada frente a cualquiera de sus rivales. Hasta ahora han logrado todas las poles de 2020 y sólo se les han escapado dos victorias. Es la paradoja: Hamilton se acerca a los siete de Schumacher y eclipsa las gestas de su monoplaza y de su impecable fábrica. Pero el Mercedes, tan dominante, lastrará el legado del campeón británico.
Tras la carrera, antes de las celebraciones con el equipo en el pit lane, a Lewis le traicionó la fatiga al hablar del futuro de su jefe, Wolff: "Ni siquiera sé yo si estaré el año que viene aquí… entiendo que Toto quiera dar un paso atrás". "Hay muchas cosas que me llaman la atención (fuera de la F1), me gustaría estar aquí el año que viene pero no hay garantías", dice.
Hamilton termina su contrato este año y, según explican los implicados, no ha habido tiempo para sentarse a discutir sobre un nuevo contrato, aunque se hará. La crisis de la pandemia puede forzar una reducción en el salario de Lewis (ahora ronda los 40 millones de euros) y en Mercedes-Benz ya han dejado claro que la escudería de F1 debe reducir los gastos y ser rentable por sí sola. Si Hamilton se marcha a finales de este año sería una sorpresa, si bien hay fuentes con mucho peso en el paddock que le ven más fuera que dentro, sobre todo por su activismo y sus intereses en otros sectores.
Toto Wolff, al respecto, tuvo tiempo para hablar del desliz de Lewis empapado en champán, después de la foto de equipo: "Supongo que si decidiera marcharse la F1, que creo que no va a pasar y espero que no pase, tendríamos un mercado de pilotos un tanto frenético. Creo que fue por las emociones del momento, todos estamos felices pero muy cansados". "Este es un lugar alegre y llevamos entretenimiento a las casas, pero luego vuelves a una realidad muy difícil al día siguiente", dice el dirigente austriaco, quien desde hace meses planea dar un paso atrás.