F1
Red Bull presiona a la FIA para que se congelen los motores
El fabricante podría continuar así con las unidades de potencia de Honda a partir de 2022. Mercedes lo apoya, Ferrari nunca lo hará.
Red Bull ya tiene claro cuál es su escenario ideal para sustituir a Honda a partir de 2022: asumir los motores del fabricante japonés y mantenerlos en sus monoplazas. Pero para que suceda eso, necesitan que el reglamento congele las evoluciones de las unidades de potencia al menos hasta 2026 (próximo ciclo de cambios), porque el fabricante de Milton Keynes se ve incapaz de desarrollar estos propulsores y adaptarlos a los cambios previstos para el futuro, como el uso de biocombustibles, o incluso alcanzar mejores prestaciones con ellos.
El lunes hubo una reunión con todas las escuderías y Red Bull presiona a la FIA para que se opte por esta vía de la congelación de especificaciones. Curiosamente, ha recibido el apoyo de Mercedes. Los alemanes tienen el motor más potente de la parrilla y esto encajaría en su política de control de costes. Hay más dudas con Renault, que está diseñando un motor completamente nuevo para 2022. Y no hay ninguna duda con Ferrari: los italianos se negarán porque a raíz de la investigación de la FIA se han quedado con la peor unidad de potencia del grupo. Y tienen derecho a veto sobre todas las normas que se propongan.
Christian Horner, sobre la postura de su rival, Mercedes: "No es ilógico para ellos, tienen el motor más fuerte de la F1 así que por qué no congelarlo. Creo que hay que verlo con perspectiva, tendrán que tomar los pasos necesarios para proteger al deporte". Aunque deja una puya: "Toto Wolff hará todo lo que pueda para no darnos su motor, así que agradezco su apoyo".
Si no fuera posible, Red Bull tendría que pedir motores a Renault porque la FIA obliga a que el suministrador con menos clientes los entregue a un precio fijado cuando una escudería los necesite. Renault sólo impulsará a su equipo oficial, Alpine, en 2022, así que tiene margen para trabajar con Red Bull y Alpha Tauri.
Pero no está tan claro que esa solución sea satisfactoria para Helmut Marko y compañía. En cualquier caso, la vía de presión a los organismos rectores del automovilismo y a Liberty Media se debe tener en cuenta: el campeonato no puede arriesgarse a perder a dos equipos, cuatro coches, en plena crisis de la pandemia. Puede que Red Bull consiga parte de lo que se propone.