Fenati se saca la espina de su locura con Manzi en Misano
El italiano venció donde hace dos años echó mano al freno de su compatriota, que le había desquiciado previamente con su juego sucio. Vietti y Ogura cerraron el podio.
Posiblemente, no exitan carreras en el mundo, de lo que sea, más bonitas que las de Moto3. La última prueba de ello es la victoria de Fenai en el GP de Emilia Romagna, que ha cruzado la meta con 36 milésimas de ventaja sobre Vietti y 121 sobre Ogura, que a su vez ha superado a Arenas por 78 y con este resultado el español sigue líder de la general, pero ahora con un único punto de ventaja sobre el japonés.
Fenati reencontró con la victoria algo más de un año después de la anterior y lo ha hecho precisamente en el Marco Simoncelli, el circuito en el que se hizo tristemente famoso a nivel mundial hace dos años, cuando cortocircuitó y echó mano al freno de la moto de Manzi, que le había desquiciado previamente con su juego sucio. Aquello le supuso una sanción histórica que le apartó parcialmente de la competición y que al propio Fenati le entraran ganas de dejarlo todo, para volver a trabajar la ferretaría de su abuelo, pero con el tiempo se lo pensó y son ya 12 victorias las que ha conseguido en la categoría de Moto3. Más que nadie.
La carrera tuvo de todo desde seis líderes hasta una caída nunca vista, como fue la de Alonso López cuando se encontraba haciendo la penalización de una vuelta larga que arrastraba de la carrera anterior. Le dolió más en el alma que en lo físico al madrieño, porque está en su peor año. La más aparatosa de todas las caídas fue la de Binder que, tras remontar desde la 21ª plaza, llegó una vez más al grupo de cabeza y se cayó en la frenada de la curva 1, arrancando la vuelta 19, cuando marchaba quinto. Salió por orejas al bloquear frenos, pero pudo salir de la escaptoria por su propio pie. El surafricano tuvo antes un toque con Alcoba, que estuvo una vez más muy combativo y al final se tuvo que conformar con la decimotercera plaza. El novato llegó a soñar con las plazas de podio, lo mismo que un Raúl Fernández al que se le sigue resistiendo...
El madrileño terminó sexto saliendo desde la pole y, aunque esta vez aguantó en cabeza varias vueltas, se fue diluyendo a medida que le fueron superando pilotos en un primer momento, pero luego tuvo una reacción que le pudo llevar a mejores posiciones. Sin embargo, sigue siendo mucho más tierno en carrera que en los entenamientos, donde sí que es un killer. Acabará llegando el ansiado podio, seguro. El que tuvo mala suerte fue Masiá que arrancó la última vuelta en cuarta posición, llegó a liderar y terminó quinto. Un toque con Vietti al final le dejó sin opciones.
La carrera tuvo tantas alternativas que Arenas vio en la última vuelta cómo pasaba de primero a quinto en el curvón rápido de la 11. Se le colaron por dentro como aviones y al final acabó en una cuarta posición en la que, según dijo después, influyeron los toques que tuvo con otros pilotos y el recuerdo de la caída de hace una semana, porque necesitaba puntuar como fuera. Lo bueno es que se mantiene líder, con la moral intacta y que será él quien correrá en casa la próxima semana, en Montmeló.
Otro piloto que tuvo una actuación destacada fue Rodrigo, que remontó desde el decimoctavo a las posiciones de cabeza, pero tocó por detrás a Vietti, metido en casi todos los líos, y eso le hizo perder muchas posiciones tras salvar milagrosamente la caída. El hispanoargentino fue duodécimo. Y McPhee, que partía 20º, sólo remontó hasta la décima plaza.
En cuanto a los otros dos españoles de la categoría, García, con dos sanciones de vuelta larga, fue 17º y Tatay 19º.