Una postal terrorífica para Sainz
Sangría de puntos con los pit stop del equipo de Woking: hasta 12 se fueron en la calle de boxes. "La pistola no liberaba a Carlos", explica Seidl a AS.
En una temporada corta no se pueden regalar puntos y a Carlos Sainz se le han ido por la borda demasiados. Un quinto fácil en el GP de Estiria (10 puntos), un sexto posible en Hungría (8 puntos) y un octavo, delante de Ocon, factible en Silverstone (4 puntos) que se unen al pinchazo en el GP de Gran Bretaña que reventó su cuarto puesto (12 puntos). La suma asusta, 24 puntos regalados, el equivalente a una victoria. La fortuna no le sonríe, pero el desempeño de su equipo en la calle de boxes tampoco ha contribuido con errores flagrantes en tres maniobras de cambio de neumáticos. Tres, en cinco carreras. La estadística asusta. Es inevitable que el madrileño sienta escalofríos cada vez que se acerca un pit stop.
En la segunda visita a Red Bull Ring se atascó una rueda y perdió ocho segundos donde se deben emplear tres. Había comenzado tercero aquella carrera, era quinto cómodo pero todo se fue al traste entonces y aun así salvó tres puntos. En Hungaroring no tuvo la culpa ningún mecánico, pero sí los ingenieros estrategas, cuando le pararon venía detrás una fila de coches que le impidió volver al carril del pit lane: del sexto virtual al noveno final. Y el domingo, en Inglaterra, otra parada que superó los seis segundos le dejó sin opciones y sumido en el tráfico cuando su estrategia auguraba una remontada desde el 12º puesto, pues llevaba los mismos neumáticos que el vencedor, Verstappen.
AS consultó al jefe de McLaren, Andreas Seidl, cuál fue la causa del incidente: "Tendremos que analizarlo en detalle pero parece un problema con la pistola de la rueda delantera izquierda. No nos permitía liberar a Carlos después de enganchar la tuerca correctamente. No aparecía la luz verde y eso generó el retraso". El dirigente alemán fijó como prioridad en 2019 reforzar el equipamiento de la escudería para los pit stop, pero ha habido problemas recurrentes en este apartado que, lamentablemente, sólo han salpicado a Carlos Sainz. Las paradas de Lando Norris han estado siempre dentro de los parámetros de normalidad y el británico está completando un sólido inicio de temporada con un podio en Austria y el quinto puesto en la clasificación general.
El principal afectado, Sainz, evita hacer sangre ("No quiero ser muy duro, ha sido un fallo mecánico y no humano") aunque admite que está “muy cansado” de esta clase de factores externos que arruinan sus posibilidades en carrera. Es justo recalcar que sus actuaciones los domingos han estado a la altura, igual que el año pasado. Precisamente en el primer fin de semana de Silverstone completó una de sus mejores carreras con McLaren, aunque terminase con el Pirelli destrozado y fuera del top-10. En el debe, le han faltado sensaciones en clasificación, aunque hasta el último gran premio siempre había formado parte de la Q3. "El coche es muy diferente en comparación con el año pasado para encontrar un set up que me vaya bien. No siempre fui cómodo. Hay un poco que mejorar en clasificación, no lo escondo", explica el piloto, que receta paciencia cuando las cosas no salen como deben: "Hay que digerir, pasar página e ir a por la siguiente".