Sainz: "No engaño, si digo que puedo ganar es porque puedo"
El piloto español de rallys y triple ganador del Dakar reitera que se ha ganado "el derecho" a decidir cuando deja el mundo del motor pese a tener 58 años.
El piloto español de rallys Carlos Sainz reitera que se ha ganado "el derecho" a decidir cuando deja el mundo del motor pese a tener 58 años ya que ha "demostrado" que no engaña a "nadie" cuando acomete un proyecto, y también tiene claro que se siente "un privilegiado y un afortunado" por toda su carrera. "Me he ganado el derecho a decidir cuando debo parar. Ya he demostrado que no engaño a nadie, que si digo que puedo ganar es porque puedo hacerlo y que se puede esperar el máximo de mí", recalcó Sainz en el podcast 'Caminos Cruzados' de Red Bull, que compartió con Marc Márquez (Repsol Honda).
El madrileño reconoció también que si ha "evolucionado en algo" es en su mayor calma respecto a sus inicios. "Era muy impaciente y quería ganar sí o sí, pero con la edad lees mejor las cosas y he aprendido a tener un poco más de paciencia, y me ha venido muy bien", indicó. "Corres exclusivamente para ganar, no piensas en perder, y cuando lo haces, tratas de analizar por qué y tratas de aprender. Ganes o pierdas debes analizarlo, y también se debe celebrar y llorar durante poco tiempo, es igual de malo", añadió el triple ganador del Dakar.
El bicampeón del mundo de rallys no se mostró "tan de acuerdo" en no haber tenido referentes en su época, cuando su especialidad no eran tan conocido en España. "A lo mejor no del mundo del motor, pero para inspirarte no hacía falta serlo, en esa época ya había grandes deportistas como Ángel Nieto, Manolo Santana, Seve Ballesteros, que eran auténticos números uno y salidos espontáneamente", advirtió, antes de citar a Ari Vatanen o 'Stig' Blomqvist como algunos en los que se fijaba antes de dar el salto al Mundial.
"Para mí ha sido un orgullo haber podido colaborar para que el deporte español se hiciese más internacional y que el mundo de los rallys fuese más conocido en España y a tener más importancia en los medios", remarcó Sainz. El veterano piloto sabe que pudo abrir "un camino", pero tampoco olvida que gracias a sus victorias en el Rally Dakar "los de la generación" de su hijo Carlos "han descubierto quien es Carlos Sainz padre". De todos modos, afirmó que siempre se ha sentido "muy reconocido" e igualmente "un privilegiado y afortunado". "Incluso cuando se decía aquello de la mala suerte", expresó. Tampoco le ha "molestado la popularidad" ni el tener que "renunciar" a cosas. "Cuando lo haces por tu pasión es un gusto, si no, no hubiese llegado dónde he llegado. Cuesta menos cuando algo te gusta tanto", admitió.
El piloto madrileño intentó en los rallys "ir un paso por delante y ver de qué manera" podía ganar. "Si eso significaba hacer las cosas diferentes, lo intentaba. Quiero pensar a que he ayudado a que en los rallys haya buenos profesionales, que esté bien remunerado y que se respete nuestra profesión. Ojalá los rallys duren mucho y nos den esas alegrías", recalcó. El Matador, para el que es "difícil" quedarse con el momento "más especial" de su carrera, elogió la figura de su manager, Juanjo Lacalle. "Fue el que me echó una mano, el que compró el Seat Panda con el que empezamos a correr", recordó. Y también tuvo palabras para Carmelo Ezpeleta, actual CEO de Dorna, y el que le llevó al Mundial. "Es una persona especial para mí. Fue capaz de conseguir los recursos para ficharme para Ford, es una persona que no se olvida del deportista", afirmó.