Luis Moya: "La gente ve a Carlos Sainz como un extraterrestre"

Es, como a él le gusta decir, 'la lengua más rápida de los rallys'. Bicampeón también, ya que consiguió junto a Carlos Sainz los dos títulos mundiales en 1990 y 1992, Luis Moya está encantado de la elección de su amigo como mejor piloto de la historia.

—Enhorabuena por la parte que le toca. ¿Qué opina de esta elección?

—Es una distinción que no es menor en absoluto, porque lo han elegido los aficionados a los rallys y prensa especializada a través de la página oficial del Mundial. Por ello hay que valorarla en su justa medida, y además porque eliminó a Mikkola, Makinen y Ogier para llegar a la final frente a Loeb. Tiene un mérito brutal, y es totalmente merecido porque es un auténtico ejemplo como deportista, no sólo a nivel nacional, sino a nivel mundial. Muy pocos han competido al máximo nivel cuarenta años como lleva Carlos.

—¿Por qué cree que le han votado muchos electores que ni siquiera les vieron competir?

—Sin duda alguna eso es por el Dakar. Se fue de los rallys con el objetivo de ganar el Dakar y lo consiguió con tres coches diferentes. Y yo creo que la gente ve a Carlos Sainz como un extraterrestre ganando con casi sesenta años. Pero la huella que ha dejado, tanto en los rallys como en el Dakar es que cada coche en que se ha subido, o ganaba él o lo hacía campeón. Por eso los ingenieros de todos los equipos hablan maravillas de él. Enseguida les enfocaba cómo desarrollar el coche.

—¿Es esa su principal virtud?

—Hombre, lo principal es el talento. Él nació con un talento que por ejemplo, por mucho que Carlos me enseñase a conducir, nunca en la vida podría hacerlo como él. Pero además él suma una gran capacidad de trabajo. Y eso es lo que marca la diferencia. Seguro que hay mucha gente que tenía el talento pero se han quedado por el camino porque no trabajaban con esa intensidad. Cuando juntas talento y capacidad de trabajo, duermes bien, porque das todo lo que tienes. Si te ganan algún día es porque lo hicieron mejor. Por eso yo creo que Carlos nunca ha perdido, le han ganado.

—Usted ya se adelantó a esta elección cuando se inauguró el hall de la fama en París.

—Aunque allí estaban todos los campeones excepto Ogier, que no pudo ir, dije lo que pienso. A lo mejor no les gustó mucho, pero no me dijeron nada. Expliqué que para mí era un orgullo haber corrido con Carlos porque es el mejor piloto de la historia. Nosotros llegamos al Mundial y nadie hacía preparación física. Y nosotros, al acabar de ver los tramos, nos íbamos a correr, e incluso llevaba una bici estática a los rallys. Y eso nadie lo hacía antes.

—¿Está preparado para volver a su derecha cuando pase a los clásicos?

—Por supuesto. Lo hemos hablado más de una vez, y seguro que lo hacemos. De hecho ya hemos hablado que para cuando él cumpla los sesenta, algo haremos. Hablamos a menudo a pesar de que él vive en Madrid y yo en Barcelona, y siempre salen batallitas, y el tema de correr en clásicos.