NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MOTOCICLISMO

Nani Roma se apunta al reparto de gafas en los pueblos

El catalán hace un llamamiento: “Entre profesionales y aficionados podemos repartir miles”. Y añade: “Al llevárselas casi me besan”.

Nani Roma se apunta al reparto de gafas en los pueblos

Hace mucho tiempo que ya sabía que Nani Roma es uno de esos personajes fantásticos que hay en la órbita del motor nacional, pero hoy soy aún un poco más consciente de ello. El bicampeón del Dakar, en motos (2004) y en coches (2014) se ha apuntado al reparto de gafas de motocross a los sanitarios para ayudarles a que el COVID-19 o coronavirus no les infecte también a ellos y puedan seguir atendiendo a tanto paciente contagiado como lamentablemente hay.

“Se me había pasado la idea por la cabeza al ver que había falta de material sanitario en muchos sitios, pero pensé que igual no servirían. Sin embargo, al ver la historia de Butrón y su reparto de gafas de motocross, me he puesto en marcha y he rescatado cerca de 40 en casa. Las he limpiado y desinfectado y he empezado a repartirlas”, asegura el gigante de Folguerolas, cuyo objetivo es ayudar a los pequeños centros de salud, por esta razón: “Si los grandes hospitales están necesitados, imaginemos cómo están los centros de los pueblos pequeños. Yo he empezado repartiendo en Prat de Lluçanès y en un centro de atención primaria de Vic. Es increíble lo tirados que están, tanto que al llevárselas casi me besan y todo”.

Nani, que empezó su carrera deportiva en el motocross, una modalidad en la que llegó a ser campeón de Europa de 250 en 1994, hace un llamamiento a sus colegas y aficionados para que hagan lo mismo: “Se lo he pedido a los Márquez, Laia Sanz a Cervantes y alguno más, pero es algo que podemos hacer todos, hasta los aficionados. Con tres o cuatro que donen cada uno podemos repartir miles, porque somos muchos los usuarios de la moto off road. Y a los profesionales, además, no nos cuestan nada, porque nos las dan las marcas. Y si hay que pagarlas, pues la pagamos. Lo importante es que todos arrimemos el hombro y echemos una mano en nuestro barrio o en nuestro pueblo”.

Roma reconoce que el confinamiento no le complica demasiado la vida, pero sabe que no es igual para todo el mundo: “Yo tengo la suerte de vivir bien. En ese sentido, los héroes son los que tienen que quedarse en casas pequeñas con la familia al completo. Esos sí que las pasarán canutas a veces en pisos pequeños”. Y como es un optimista por naturaleza, tiene claro que “el confinamiento también traerá cosas positivas, como por ejemplo el que seamos más solidarios y el reforzar lazos familiares”.