No estaba siendo la mejor carrera de Ferrari esta temporada, pero tampoco la peor. Vettel tenía el podio a tiro hasta el penúltimo 'safety car' y Leclerc tuvo opciones de lograrlo habiendo salido desde el fondo de la parrilla. No había ritmo para mucho más, pero sí suficiente como para haber plantado cara a Red Bull y Ferrari y haber dado un susto planteando una estrategia a una parada. Iba todo bien hasta que Leclerc se lanzó en la Curva 1 por el interior sorprendiendo a Vettel, en una maniobra ciertamente arriesgada entre compañeros de equipo, y luego 'Seb' se lo devolvió en la recta de atrás. Se emparejaron, se retorcieron, se tocaron rueda con alerón y se desató el caos: el frontal de Charles se descolgó y la rueda trasera izquierda de VEttel estaba pinchada. Doble abandono y broncas en Maranello.En caliente no opinaron, aunque ambos se echasen las culpas mutuamente, porque Binotto les aleccionó: "Sólo quería escucharles decir que estaban arrepentidos por el equipo". En los próximos días los tres se reunirán en Maranello, esta vez juntos y no como sucedió tras las confusiones del GP de Rusia. En el 'paddock' la sensación es que Vettel tiene más culpa porque es quien cambia su línea, pero que Leclerc ya había calentado el ambiente con su pasada al límite una curva antes. La decepción de Binotto fue absoluta porque para una vez que daban libertad a sus pilotos, el resultado fue dantesco. "Eran libres para luchar y lo sabían, la razón detrás es que habíamos asegurado ya la segunda posición en constructores y tenían permiso para luchar la posición del Mundial. Pero ser libres para luchar no quiere decir que puedan hacer tonterías. Y para mí esta acción fue una tontería". He escuchado a los dos pilotos y lo discutiremos, habrá tiempo para analizar los vídeos y los datos. Sea cual sea el juicio que hagamos, lo más importante es que estamos decepcionados por el equipo y los dos pilotos deberían estar arrepentidos por el equipo. Porque puede haber un pequeño incidente con grandes consecuencias, pero esta clase de cosas no pueden suceder", añadió. No hubo análisis y reparto de culpas en Interlagos, lo habrá en Maranello, y ahí Binotto espera sinceridad: "No es cuestión de gestionar, sino de reconocer una acción o un error. Como piloto, ingeniero o lo que hagas, reconocer un error es importante porque te hace mejor. No en caliente, pero sí en Maranello. No soy yo quien tiene que culparles, son ellos quienes deben reconocerlo". Porque, pese a todo, sigue viendo el binomio Leclerc-Vettel como la mejor opción para plantar cara a Mercedes y Red Bull. "Los dos son muy buenos pilotos, se llevan bien y aunque esto no ayuda, me alegro de que suceda este año para aclararlo y que no suceda el año que viene", sentencia. Vienen curvas para Ferrari... otra vez.