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MOTOGP I GP DE AUSTRALIA

Márquez: "Acabo las carreras de Álex más cansado que las mías"

Tras sufrir en Moto2 con su hermano, al que fue a animar tras acabar octavo, se concentró en batir a Maverick, lo que en Australia suponía “un gran reto por delante”.

Philip Island
Repsol Honda MotoGP rider Marc Marquez of Spain holds up the trophy after winning the Australian motorcycle Grand Prix at Phillip Island on October 27, 2019. (Photo by PETER PARKS / AFP) / -- IMAGE RESTRICTED TO EDITORIAL USE - STRICTLY NO COMMERCIAL USE --
PETER PARKSAFP

La undécima victoria del año, la 55 en MotoGP (una más que Doohan), y la número 81 en el total, también le dejó muy satisfecho a Marc Márquez. Aunque ya no las necesita, porque fue campeón en Tailandia, las sigue persiguiendo y no para de salirse con la suya. La de Australia fue contra un Maverick que a priori tenía las de ganar, por haber exhibido más velocidad a una vuelta y un mayor ritmo, pero ni eso hace que el caníbal deje de intentarlo. Y le sale.

-El caníbal anda suelo y eso que ya no necesita las victorias, pero acaba de sumar la undécima del año…

-Es lo que intentamos y de lo que se trata. Lo dije cuando conseguí el título, que se trataba de acabar todas en el podio. No ganarlas, pero sí estar en el podio y hoy tenía un gran reto por delante, porque la diferencia con Maverick era muy grande, especialmente en la calificación y en el warm up. Era un mundo, pero confiaba en que, si sobrevivía cinco vueltas detrás de él, podría seguirle y es lo que he hecho. He hecho un tiempo muy similar al de la clasificación pero sabía que si era capaz de aguantar esas vueltas detrás de él podría luchar hasta el final.

-¿Se iba midiendo con Maverick en la recta antes de pasarlo?

-Sí, me iba midiendo en las últimas vueltas, porque estaba intentando entender cómo hacerlo. Ya que patinaba mucho el neumático trasero y que ésta es una de las pistas en las que se usa más el neumático trasero. Aparte, hemos salido los dos con el blando. Mi estrategia era seguirle al principio y sobrevivir al final, pero el ataque ha sido en la última vuelta. Mi intención era pasarlo en la recta de meta, que era el único sitio en el que era más rápido que él y solo hay una recta. En el resto, en el sector dos y tres, se me iba, se me escapaba y pensé: 'lo paso y ya me pasará durante la vuelta si quiere, pero ya habré salvado algunas curvas'. También tenía un segundo comodín, ya que si no pasaba nada en la última vuelta, tras la última curva lo podía pasar antes de la línea de meta, justo, pero lo pasaba si no sucedía nada. Eso ya era mucho riesgo y el corazón no está para eso, así que he intentado cerrar puertas durante toda la vuelta.

-Se le veía cortar en la recta. ¿Estaba jugando al gato y al ratón?

-Sí, sí, hubo unas vueltas que cuando él estuvo tirando lo utilizaba todo, pero sí que en las últimas vueltas, en las últimas siete u ocho, al final de recta cortaba un poco. También era un poco entre peligroso y difícil calcular. También corté al principio de la carrera y no quería cortar, pero cortaba porque con el rebufo de otras motos se llega muy rápido por el viento y, sin darte cuenta, el susto de ayer de Oliveira lo tienes en cuenta.

-¿Se ha desquitado ya de los duelos perdidos de última vuelta con tres victorias seguidas así?

-Nunca he dudado de que podía y siempre me he encontrado muy fuerte en toda mi carrera deportiva en las últimas vueltas, pero está claro que hay veces que pierdes y hay veces que no, pero es importante entender por qué. Nunca he dudado de mi agresividad en esos momentos, de mi capacidad de improvisar en las últimas vueltas aunque no siempre sea el más rápido. Y a veces, sin ser el más rápido, lo intento igual, como hoy, que lo he intentado. Me podía caer, pero lo he intentado y ha salido bien. Yo soy así y lo intento aunque esté perdido. A veces pierdo, pero cuando me encuentro fuerte, al menos este año, no doy opción a llegar a esa última vuelta.

-¿Con qué piloto se divierte más jugándosela en la última vuelta y a quién le da más satisfacción ganar?

-Buaf, satisfacción, con todos. Y la impotencia de perder, también con todos. Da igual el color y el número. Cuando hay un campeonato en juego, la sensación aún es mayor. Y cuando está decidido, buscas motivaciones extras. Con la presión del campeonato da un poco más de adrenalina y subidón, pero con todos es difícil. Mi mentalidad siempre es ganar.

-Dice Petrucci que se han tocado antes de su caída, con la que luego él se ha llevado puesto a Márquez.

-Yo creo que no nos hemos tocado. Yo iba delante. Ni lo he visto.

-¿Qué le ha dicho a su hermano, cómo ve su situación y como hace para olvidarse del papel de hermano mayor al momento, para centrarse en lo suyo y salir a ganar en MotoGP?

-(Sonríe). No es fácil hacer esto, porque acabo sus carreras más cansado que las mías, de sufrir. Sabíamos que en este circuito siempre le ha costado un poquito. Él iba con el cien por cien de confianza, porque nosotros siempre se la damos, también los ánimos y lo que necesite. Ha sufrido, pero ha sabido sufrir y ha sacado unos puntillos. Lo primero que le he dicho es que en Malasia será diferente. Será mejor. Lleva dos carreras en las que ha sufrido un poquito, pero en fines de semana especiales, con lluvia y no lluvia, poco grip y esto. No tiene que dudar nada de su talento, porque el mismo Álex que ganó cuatro carreras consecutivas es el mismo que tenemos ahora a final de año. Dentro de lo malo, está 28 puntos por delante y los otros tienen que arriesgar más que él.

-Hubiera firmado que llegara a la penúltima carrera con 28 puntos de ventaja, ¿no?

-Claro, lo hubiera firmado hasta para mí. (Risas).