Sainz hace fuerte a McLaren
Él solo suma más puntos que el resto de equipos de la clase media. Asume el liderazgo de Woking en la pista y la escudería responde con prestaciones.
Carlos Sainz derrocha confianza y buenas vibraciones. Y es justo resaltar que su actitud era la misma después de las tres primeras carreras, sin puntos y prácticamente sin opciones de luchar por nada por culpa de factores ajenos (fiabilidad en Australia, toque con Verstappen en Bahréin y golpe de Kvyat en China). Ahora los resultados sonríen, pero el gesto del piloto madrileño no ha variado desde que debutó en Melbourne con el equipo de Woking hace ya más de dos meses.
En Bakú rompió la mala racha con un séptimo adelantando a su compañero. En Barcelona, ante su afición y con las peores prestaciones de su monoplaza vistas esta temporada, remontó en las últimas diez vueltas hasta la octava plaza pasando en la pista a Grosjean y Kvyat. En Mónaco, el peor circuito para recuperar posiciones, consiguió superar a los dos Toro Rosso de una tacada en la tercera curva y después la estrategia le situó sexto cuando había salido noveno. Ya es séptimo en la clasificación general, primero de la clase media. De hecho, él solo suma más puntos que Racing Point, Haas, Toro Rosso, Renault, Sauber y Williams.
El golpe en la mesa de Carlos, que está disputando su quinta temporada en la F1 con 24 años, se fundamenta en dos pilares. El primero: su escudería. McLaren responde, su MCL34 es un gran coche de domingos. "En este equipo sólo puedo ser optimista cuando llega la carrera", aseguraba a As el madrileño, argumentando que hasta ahora, y exceptuando Montmeló, las sensaciones cuando se reparten los puntos siempre han sido más que correctas. El coche progresa y han rascado top-10 en pistas que no se ajustan a sus fortalezas. En Montreal, dentro de dos semanas, sí se espera al mejor de los McLaren. Y las estrategias de los dos últimos grandes premios han sido sencillamente perfectas.
El segundo: su trabajo. En la evolución de la escuadra durante un fin de semana de gran premio, el papel de Sainz es fundamental como bien pudo comprobarse en Mónaco, cuando fueron siempre a remolque por no rodar en los Libres 1. La base de los reglajes pasa por sus impresiones en la pista, porque Lando Norris aún tiene poco que aportar en ese apartado.
El joven británico, por cierto, ha sorprendido a más de uno, especialmente en clasificación, y se le mira con muy buenos ojos en Woking, es uno de sus diamantes por pulir, aunque en carrera aún le falta consistencia. No en vano, buena parte de sus ingenieros y ‘staff’ son los que trabajaban el año pasado con Fernando Alonso. Por eso hacerse fuerte dentro del garaje desde el inicio de curso es imprescindible. Y fortalecer al equipo para seguir destacándose entre la clase media, también.