McLaren afronta el reto de la Indy 500 "de la forma más difícil"

El primer test de Fernando Alonso con el McLaren en Indianápolis no fue del todo satisfactorio por culpa de la lluvia y de los problemas mecánicos, y en la sede de Woking son conscientes de que trabajan contrarreloj para tener un monoplaza listo, preparado para luchar por la victoria, con dos semanas por delante antes de empezar los entrenamientos. "El primer día de test en Indianápolis no fue todo lo bien que podía ir. Tuvimos el problema del tiempo, que comprimió el rodaje, y luego un pequeño problema eléctrico que lo comprimió todavía más", reconoce Gil de Ferran, director deportivo de la escudería y el hombre de confianza de Zak Brown.

El brasileño, que ganó la carrera en 1993: "No vamos a infravalorar el desafío que tenemos por delante, es un equipo nuevo que hemos formado ahora para las 500 Millas de Indianápolis con muchas cosas que entender. Además tendremos rivales formidables. Serán 24 horas, siete días a la semana para mejorar en cada aspecto posible la preparación. Y no nos hemos parado a pensar aún si estamos contentos o no, simplemente nos hemos puesto a trabajar, a identificar problemas y soluciones y a hacer el mejor trabajo posible".

Al frente del equipo está Bob Fernley, experimentado en el óvalo de Indiana, de quien Zak Brown dice que "es creativo, y cuando empiezas un equipo desde cero debes hacer muchas cosas". La preocupación del norteamericano está en la falta de experiencia bajo presión: "El primer ‘pit-stop’ de verdad será el primero, simplemente, por eso pienso individualmente tenemos a los mejores, pero queremos que cuando haya una situación dramática todos lo hagan bien por instinto, creo que esa será la parte más complicada". El norteamericano, cuando le preguntan si se puede ganar, duda al responder: “Podríamos, aunque será muy, muy difícil. Primero pienso en la clasificación de este fin de semana”. “Creo que es un reto grande y lo estamos afrontando de la forma más difícil. En 2017 nos unimos con Michael Andretti y su equipo ha tenido mucho éxito, es mucho más difícil hacer el nuestro. Hemos visto grandes equipos, de Rahal a Andretti a Penske sufrir allí, la carrera es una lotería”.

Será el segundo intento de Alonso en el óvalo norteamericano tras su participación en 2017, cuando fue nombrado ‘rookie del año’. Se clasificó quinto y luchó con los mejores hasta que su motor Honda le dejó sin opciones. Esta vez le propulsará Chevrolet, aunque no contará con la ayuda de Andretti, equipo dominante allí, sino de un proyecto propio de McLaren en colaboración con la escudería Carlin. Y eso implica mucho más trabajo para todos

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