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FÓRMULA 1

Alta tensión en las calles de Bakú

Las dos últimas carreras en Azerbaiyán han tenido accidentes polémicos y podios sorprendentes: Stroll en 2017 y Pérez en 2018.

Alta tensión en las calles de Bakú
KIRILL KUDRYAVTSEVAFP

El circuito urbano de Bakú recibe al Mundial con la recta más larga de la temporada, 2,2 kilómetros de pura velocidad punta, y la curva más estrecha, algo más de seis metros en el casco histórico de la capital de Azerbaiyán. Será la tercera vez que acoja una carrera, aunque la primera, en 2016, lo hizo como GP de Europa. Entonces ganó Rosberg desde la pole en un domingo de pocas emociones, no fue un buen comienzo, así que pocos podían augurar que en 2017 y 2018 el GP de Azerbaiyán sería una de las pruebas más espectaculares del campeonato.

Hace dos años saltaron chispas entre Vettel y Hamilton cuando el alemán golpeó rueda con rueda al británico, intencionadamente, después de que Lewis ralentizara en exceso la marcha por detrás del coche de seguridad. 'Seb' tuvo que pasar por la FIA y escuchar una buena bronca por sus quejas por radio y su acción en carrera, que fue levemente castigada porque a pesar de todo acabó por delante del pentacampeón aquel día (se soltó su cinturón y tuvo que hacer un paso extra por boxes). Ganó Ricciardo.

Precisamente el australiano fue uno de los protagonistas el pasado año: después de mucho tentar a la suerte para intentar adelantar a Verstappen, ambos se tocaron al final de la recta en uno de los accidentes más espectaculares entre compañeros de equipo que se recuerdan. Salió el coche de seguridad y cuando se relanzó la carrera, Vettel perdió todas sus opciones con una pasada de frenada que pareció eterna. Bottas iba a ganar cuando un pinchazo le dejó fuera de carrera y al final venció Hamilton, que unas vueltas antes no habría podido imaginarlo.

Como ejemplo de lo imprevisible que puede resultar este trazado de casi seis kilómetros: los últimos podios logrados por un piloto que no fuera de Mercedes, Ferrari o Red Bull tuvieron lugar en Bakú: Lance Stroll llevó a Williams al ‘cajón’ en 2017 y Sergio Pérez hizo lo propio con Force India en 2018.