La tecnología de la Fórmula E (I): la batería del futuro
Las nuevas baterías del Gen2 se han convertido en una de las atracciones de esta temporada, prueba fundamental para la mejora de los coches eléctricos de calle, como el Audi e-tron.
La Fórmula E celebró hace once días su último EPrix en Roma, séptima prueba puntuable de la temporada 2018-2019. Esta carrera fue especial para Lucas di Grassi, ya que el brasileño de Audi Sport ABT Schaeffler tiene sangre italiana. Quedó en séptima posición, tras una gran remontada, y sigue luchando por los puestos altos de la clasificación en este año de cambios en la Fórmula E.
Este nuevo diseño de las baterías son desarrolladas por McLaren Applied Technologies, son más grandes y pesan 385 kilos, 65 más que las de la campaña pasada. Sin embargo, a pesar de este aumento, el peso en vacío del monoplaza se ha quedado casi intacto: de unos 890 kg de la temporada pasada a 900 kg de la actual.
Son más potentes y entregan una energía de 54 kWh que permite que se alcance una potencia de 250 kW (335 CV) y una velocidad máxima de 280 kilómetros por hora. Esta es una de las grandes diferencias con los vehículos de calle. El Audi e-tron, por ejemplo, tiene su velocidad máxima limitada en 200 km/h.
LA BATERÍA DEL AUDI E-TRON
Tiene una autonomía total de hasta 417 Km gracias a la batería de ion-litio, que tiene una capacidad de 95 kWh. Se ubica bajo el habitáculo y tiene unas dimensiones de 2,28 metros de largo, 1,63 metros de ancho y 34 centímetros de altura.
Consta de 36 módulos de celdas hechos de aluminio, cada uno de los cuales tiene un tamaño similar al de una caja de zapatos. Se disponen en dos niveles, donde el inferior es más largo y el superior, algo más corto. Cada módulo irá dotado de doce células con una capa externa flexible de polímero revestido de aluminio.
La sofisticada gestión térmica de la batería de iones de litio permite recargas con potencias de hasta 150 kW. Para el 2020 habrá más de 400 estaciones HPC (High Power Charging) de alta potencia con hasta seis puntos de recarga cada una, en la red europea de IONITY. Esta carga ultrarrápida permite recargar el vehículo al 80% en menos de 30 min.
Audi ofrece varias soluciones para la recarga en casa. El sistema de recarga compact, de serie, puede funcionar con una toma doméstica de 230 voltios o con una toma trifásica de 400 voltios, permitiendo una carga de hasta 11kW. El sistema de carga opcional Connect, disponible a partir de 2019, duplica la potencia de carga hasta 22 kW. En combinación con un sistema de gestión de energía doméstica, ofrece inteligentes soluciones, tales como realizar la carga en el momento en el que la electricidad es más barata, y cargar con energía solar si el hogar está dotado de un sistema fotovoltaico. Con 22 kW, el sistema Connect recarga el 80 % de la batería en 4,5 horas aprox.
Esto es posible si se dispone del Sistema de Gestión de Energía (HEMS), que posibilita que el sistema de carga se conecte a través de la Wifi doméstica. El dispositivo se adapta a los requisitos energéticos del resto de aparatos del hogar para evitar que salte el diferencial. En este contexto, Audi está cooperando con dos empresas asociadas, SMA Solar Technology y Hager Group, las cuales también están implementando el estándar de la iniciativa EEBUS.
Esto es precisamente lo que la iniciativa EEBUS ha definido como su objetivo: la comunicación fluida e intersectorial en el sistema energético del futuro. La compañía alemana está trabajando, junto con más de 70 compañías internacionales, para crear un lenguaje común para la gestión de la energía en el Internet de las cosas.
Electric has gone Audi. Y esto es solo el principio.
* Este contenido patrocinado por AUDI ha sido elaborado por Diario As.