"Liberty es completamente consciente de que será imposible que todo el mundo esté contento, así que su estrategia es hacer que el menor número de personas esté descontenta. Confeccionar un paquete que agrade a diez equipos con modelos de negocio diferentes hace que sea inevitable que se dañe a unas escuderías más que a otras", afirma uno de los responsables que acudió a dicha asamblea en la capital británica.