Sonará extraño. Mucho. Más si tenemos en cuenta que el Mundial de Fórmula 1 2019 todavía no ha comenzado de manera oficial en Albert Park. Pero Racing Point ya está trabajando en el monoplaza de 2020.
¿La razón? La escudería adquirida por Lawrence Stroll a principios de agosto del año pasado, quiere aprovechar la fuerte inversión que el millonario canadiense está realizando en las instalaciones del equipo para dar un gran salto en sus prestaciones como paso previo a la notable permuta que sufrirán los monoplazas en 2021.
" En 2020, definitivamente queremos dar un gran salto adelante . Por eso, ya hemos empezado a trabajar en el próximo coche. El actual monoplaza tenía sus partes más básicas diseñadas antes de la llegada del nuevo dueño. En retrospectiva, hubiéramos hecho algunas cosas diferentes, pero no sabíamos que iba a llegar más dinero . Llevará un tiempo que el dinero se convierta en un coche más rápido. Antes, teníamos que esperar mucho para la producción de un nuevo paquete aerodinámico complejo. Ahora, podremos implementar los cambios más simples de forma inmediata. Por fin, tendremos ordenadores que no son viejos y con versiones antiguas de Windows", confirma Andy Green.
De igual modo, el principal responsable del desarrollo del coche de Lance Stroll y Sergio Pérez confirma en 'Auto Motor und Sport' que uno de los grandes objetivos a cumplir en 2019 es conseguir tener una plantilla próxima a las 500 personas en la fábrica de Silverstone: " A día de hoy, estamos consiguiendo producir todas nuestras piezas en la fecha que habíamos concretado. Esta es una forma completamente nueva de trabajo para nosotros . Casi un shock. Estamos evolucionando para ser un equipo normal. Ahora tenemos 425 personas. Antes eramos unas 400. Queremos crecer despacio. Hay un empleado nuevo detrás de otro. Nuestro plan es que lleguen 50 nuevas personas en 2019, para ser al final del año unas 475. Tenemos que encontrar a la gente adecuada primero. Tenemos que crear nuevos edificios e invertir en nuevas máquinas".