Suzuki Racing Company: una apuesta para conquistar MotoGP
La fábrica japonesa presenta su propio departamento de competición, el cual, formará parte de un ambicioso proyecto con el que volver a ganar.
Suzuki regresó a MotoGP con una misión: volver a ganar. La fábrica japonesa, falta de resultados en plena crisis que hicieron que se desvinculase del Mundial tras 2011, se adentró de nuevo en él para volver a ser ese equipo seis veces campeón del mundo que conquistó los títulos de 1976, 1977, 1981, 1982, 1993 y 2000. Regresó con un proyecto españolizado que encabezaron Aleix Espargaró y Maverick Viñales con Davide Brivio al frente. Junto al anuncio de su vuelta, la estructura también confirmó el desarrollo de una nueva moto para la clase reina que fue bautizada como GSX-RR y según avanzan las temporadas, la montura está teniendo cada vez más papeletas para conseguir su primera victoria en esta nueva era.
Un pequeño paso hacia delante es lo que le separa de los tres grandes fabricantes del campeonato, pero ya es su alternativa. La GSX-RR está cada vez más capacitada para pelear por la victoria. Para codearse junto a los mejores de forma regular y conseguir ese pequeño empujón que les falta, el equipo ha creado su propio departamento de competición presentado bajo el nombre de Suzuki Racing Company. La división de carreras de la escudería desarrollará un ambicioso proyecto con el que convertir, definitivamente, a la Suzuki en una moto ganadora, a partir de una reestructuración que desempeñará un papel muy similar al que HRC realiza para Honda.
SRC será independiente al resto de la marca y contará con su propio presupuesto. De esta forma el proyecto de MotoGP ganará autonomía en la gestión de recursos y agilizará sus movimientos, sin tener que trasladar sus demandas a Japón para ser sometidas a estudio por la cúpula de la compañía. Además, la presencia de este departamento abre las puertas a la creación de un equipo satélite para la próxima temporada, una posibilidad que ha sido aplazada en los dos últimos años, aunque la prioridad en estos momentos es otra.
De los elementos claves del proyecto inicial sólo ha cambiado un detalle, pero qué detalle… Sobre la moto ahora son Álex Rins y Joan Mir quienes completan el puzzle de los de Hamamatsu y el barcelonés, se ha convertido en la punta de lanza del equipo además de su principal apuesta en este nuevo curso tras los resultados que dejó, sobretodo, en el tramo final de la temporada anterior. El español subió al podio en tres de las últimas cuatro carreras que se celebraron en 2018 y terminó el año en la quinta posición pese a un inicio complicado. La victoria se le resistió especialmente en las dos pruebas finales pero tras los test de pretemporada, el de Suzuki ya ha dejado más claro todavía que solo hay una intención: ganar. Por delante le esperan 19 oportunidades para conseguirlo.