Los campeones de KTM "tienen libertad" en las dunas de Perú
Jordi Viladoms, jefe del equipo austriaco, dirige a Walkner, Sunderland y Price, los ganadores de los últimos tres dakares, además de Laia Sanz.
Confiesa Jordi Viladoms que su aproximación al Dakar ahora, como jefe de KTM, es "más estresante" que cuando era piloto oficial del fabricante austriaco. "Es todo un reto" estar al frente de las operaciones del equipo que ha ganado las últimas 17 ediciones del raid en moto y para el que corren los tres últimos campeones: Walkner, Sunderland y Price, además de Laia Sanz y Luciano Benavides. Y todo con una máquina, la KTM 450 Rally, que todavía no ha sufrido una avería grave en competición. "¡Estoy buscando madera para tocarla!", corta Viladoms, de 38 años, que llegó a ser subcampeón del Dakar en 2014.
"El modelo se estrenó en el último Dakar y fue todo muy bien. Ahora, con un año de experiencia, la base es idéntica pero ha mejorado en cuanto a configuraciones, los pilotos están contentos", aclara. Los pilotos, que se han repartido las últimas tres ediciones del raid como quien se reparte la herencia de Coma y Despres. ¿Cómo se gestionan las opciones de cada uno en carrera? "Para nosotros todos van por libre, porque si centras tus esfuerzos en un piloto en la siguiente etapa le puede pasar algo y has sacrificado a otro que quizás tendría opciones. Tenemos la suerte de ser un equipo grande y siempre hay uno que está más afinado", explica el catalán.
Al margen de Husqvarna, integrada en la estructura de KTM, le crecen los rivales a los austriacos con la firme apuesta de Honda, que no gana el Dakar desde 1989, y de Yamaha. Buenas motos, grandes presupuestos, pilotos de primer nivel… pero de una forma u otra, la inercia ha seguido favoreciendo a KTM durante estos años. ¿Por qué? "Hay pilotos que tienen un gran ritmo para un día o dos, pero si vas por encima de tu ritmo, forzado, durante diez días, al final vas a ‘pillar’. En KTM hasta ahora se han hecho bien las cosas, pero somos muy conscientes de que cada vez nos cuesta más ganar. Estamos preparados psicológicamente para el día que dejemos de hacerlo. Uno de nuestros secretos es que cuando ganamos ya estamos pensando en el siguiente, sabemos que no podemos dormirnos".
Perú 2019. Para el Dakar que empieza el 7 de enero en Lima, señala que por ser "más corto en días no va a ser más fácil". "Normalmente se suspenden una o dos etapas y hay otras de transición, en pista dura. En cambio, en este Dakar las diez etapas, más cortas o más largas, serán de una intensidad muy alta. En arena, los pilotos se pueden sentar muy poco tiempo y las medias de velocidad serán más bajas, hay riesgo de caídas en las dunas cortadas y también la moto también sufrirá muchas horas". Por eso termina con una advertencia: "En 2018 empezamos a respirar cuando salimos de Perú, pero esta vez no podremos guardar nada porque todo se decidirá en este terreno".
"Espero que Laia llegue recuperada"
No aparece Laia Sanz fotografiada junto a sus compañeros de equipo porque no pudo correr con ellos durante la segunda mitad del año en carreras imprescindibles para la preparación del Dakar, como el Rally de Marruecos. Desde su baja en el Desafío Inca, Laia se está recuperando de las complicadas secuelas de una mononucleosis. Viladoms, sobre la catalana: "Una vez encontraron soluciones, ha estado recuperándose tres meses y al menos espero que llegue recuperada al Dakar, porque en su mejor forma ya es imposible. Y esperemos que en carrera no se encuentre mal".