Así será el nuevo WEC 2020-25
Prototipos híbridos que deben costar 20 millones por temporada y con sistemas eléctricos que puedan adquirir los privados.
La FIA aprobó ayer en su Consejo Mundial el cambio de reglamentación del Mundial de Resistencia (WEC) a partir de la temporada 2020-21, que estará vigente hasta la temporada 2024-25. Una renovación para los prototipos LMP1, híbridos desde 2011, cuyo principal objetivo es limitar el gasto de los fabricantes para repoblar la parrilla con más marcas y más híbridos después de la salida de Audi (2016) y Porsche (2017).
Desde septiembre de 2020, cuando comenzará esta temporada, los hypercar tendrán un motor híbrido, como los actuales LMP1, pero la principal novedad es que esos sistemas híbridos de los fabricantes oficiales podrán ser suministrados a las escuderías privadas por un precio de 3 millones de euros (para dos coches, por temporada). El sistema deberá ser capaz de generar 200 kW de potencia en el tren delantero, unos 270 CV, con un peso mínimo de 70 kilos en la batería y 50 kilos el motor. El WEC dice que son especificaciones "sencillas" que no requieren de un desarrollo caro.
El motor térmico, por su parte, tendrá un peso mínimo de 180 kilos y generará 700 CV de potencia. Habrá un número limitado de motores por año, tanto térmicos como híbridos. El peso mínimo del coche será de 1.040 kilos. El plan, como ya avanzó Neveu en As, es que un equipo pueda alinear dos coches durante todo el campeonato con un presupuesto de 20 millones de euros. La homologación de los coches será válida para cinco años, así que los cambios, temporada a temporada, serán limitados. Y habrá lastres por cada punto conseguido hasta alcanzar los 50 kilos por coche que, eso sí, no se utilizarán en las 24 Horas de Le Mans, la última prueba de cada temporada.
"La ventana de rendimiento prevista para aerodinámica, motor e híbrido igualará el terreno de juego. Permitirá que un equipo, con sus conocimientos, pueda marcar más diferencias que la profundidad de su bolsillo", explica Vincent Beaumesnil, director deportivo del ACO (organizador del WEC). La principal forma de cuidar los presupuestos es aplicar restricciones aerodinámicas, que por ahora no se han concretado, para hacer los coches aproximadamente 6 segundos más lentos por vuelta en Le Mans, un circuito de 13,3 kilómetros.
También descenderá el número de test permitidos por año (que hasta ahora era de 12 días de test públicos y 3 privados) y no podrán trabajar más de 40 técnicos por cada dos coches. Además, sólo habrá un proveedor de neumáticos, que todavía no se ha anunciado, con tres especificaciones de slick y dos para neumáticos de mojado.
Entre los fabricantes que han seguido la redacción de este cambio normativo se destacan Aston Martin y Toyota, que actualmente compiten con programas oficiales en el WEC, los británicos en GT y los japoneses en el LMP1 con Fernando Alonso entre sus pilotos. Entre las marcas que también se han interesado por el proceso están McLaren, Porsche o Ferrari. "Pronto llegará el anuncio del primer regreso al WEC", decía Neveu, CEO del campeonato, a As. Mientras tanto, la parrilla de Le Mans espera a los hypercar.