Ángel Nieto, madridista, afable y rebosante de vitalidad
Así fue la última entrevista de Ángel Nieto con AS. La cita, en su negocio de Vallecas, un santuario sobre sus años encima de la moto.
La última entrevista de Ángel Nieto con AS tuvo raíz futbolera. Tras la consecución de la Duodécima por parte del Real Madrid, comenzó oficialmente la carrera por la 13ª, con toda la carga de infortunios que ese número lleva aparejada. Era cuestión de tiempo (poco, la verdad: el Madrid ganó en Cardiff el 3 de junio y la entrevista se publicó el 7 del mismo mes) que Ángel Nieto, madridista confeso, bautizase el próximo sueño europeo del club blanco. “Florentino, la próxima tiene que llamarse la 12+1”, tituló AS esta charla con el mito de las motocicletas que pasó a la historia por su habilidad en los circuitos... y por su carácter supersticioso. “Lo soy, mogollón. El 1 con el 3 no existe para mí”, explicaba; hasta cuatro veces repitió aquello de “el 1 con el 3”, evitando por todos los medios pronunciar la cifra completa.
Cuando AS contactó con Nieto, él mismo mostró su completo acuerdo con la entrevista, deseoso de poner la primera piedra en el camino hacia la 12+1 Champions. Reveló alguno de los motivos que le llevaron a aborrecer el 13 sobre todas las cosas (una carrera en Benidorm, con ese número en su moto, que acabó en accidente: “De las leches más gordas que me di”) y también cómo entró el gen madridista en él: “Tras el tercer Mundial, Santiago Bernabéu me concedió la insignia del club. Mi relación con él fue genial. También me llevaba bien con Santillana o Camacho, al que veo mucho en Ibiza”.
Nieto citó a AS a mediodía en una de sus ITV (de carácter emprendedor, poseía varias), la de Vallecas, un santuario para sus aficionados: allí descansan sus títulos mundiales y las paredes del recinto lucen murales con imágenes de sus gestas sobre las dos ruedas. Bullía el lugar de clientes y seguidores, y para todos tenía él un saludo y una sonrisa. A sus 70 años, Nieto rebosaba actividad, optimismo, vitalidad. Así era en cada cosa que hacía, mientras desgranaba su pasión por el Madrid o comentaba sus próximas vacaciones en Ibiza. Todo, con una sonrisa y a toda velocidad.