Ángel Nieto: Pionero, ídolo, mito, compañero y amigo
El Maestro era un personaje sin igual, muy querido, carismático y absolutamente irrepetible. Quedará por siempre su legado deportivo.
Ángel Nieto se ha ido para siempre, a los 70 años de vida, una edad considerable y exprimida al máximo en su caso, con lo que habrá a quien le valga para consolarse aquello de ‘que le quiten lo bailado’. Sin embargo, la pena es inmensa en estos momentos en el seno de la caravana mundialista de MotoGP, instalada ya en el circuito de Brno para la disputa del GP de la República Checa este fin de semana. Es así porque el Maestro era un personaje sin igual, muy querido, carismático y absolutamente irrepetible. Quedará por siempre su legado deportivo, decorado con doce más un títulos mundiales (6 de 50cc y 7 de 125cc), 90 victorias en GGPP y un total de 139 podios, pero también esa personalidad juvenil, a veces gamberra, siempre cariñosa y muy divertida que te hacía quererle como a un miembro más de tu familia.
Fue el pionero del motociclismo en nuestro país, en la pista y fuera de ella, porque a sus importantísimos logros sobre las dos ruedas hay que añadir que fue él quien consiguió que las motos se televisaran en España, pasando gracias a él de deporte minoritario a uno de masas. En cada éxito de los pilotos españoles de hoy, que afortunadamente son abundantes, hay mucho de lo que fue e hizo el zamorano criado en Vallecas.
También fue ídolo de varias generaciones de aficionados al deporte en general, y al motociclismo en particular. Un mito de fuerte personalidad y al mismo tiempo una humildad para el trato personal poco visto en figuras de su calibre. Mi primer recuerdo de él es siendo yo un crío, sobre sus rodillas, en el Jarama, mientras el doce más uno charlaba con mis padres degustando una cerveza después de una de sus numerosas y emocionantes carreras. Creaba adicción verle correr, por la intriga que le daba a sus actuaciones, saliendo generalmente mal, al empujón como se hacía en su época, para luego remontar. Y a ser posible con adelantamiento final para la victoria en la última curva de la última vuelta. Un genio.
Amaba este deporte por encima de todas las cosas y dio continuidad a su carrera de piloto como propietario de equipo y, sobre todo, como comentarista televisivo. Resultó célebre la pareja que formó con Valentín Requena en Televisión Española y años más tarde, entre 2012 y 2016, tuve la inmensa fortuna de tenerle como compañero en el equipo de retransmisiones de MotoGP para Mediaset. Había ya una buena amistad previa, porque Nieto era amigo de todo aquél que amase su deporte, y la conexión con él siempre resultó muy fácil. Lo que más me llamó siempre la atención del Maestro era la ilusión de juvenil que le ponía a cada retransmisión a pesar de ser el más veterano de todos. Era facilísimo entenderse fácilmente con él y era, además, muy divertido, cargado de anécdotas y con un sexto sentido para saber en cada momento lo que iba a pasar en la pista.
Se nos va a todos un tío grande, muy grande, uno de los importantes de la historia de nuestro país, y además un amigo para muchos. Nunca olvidaré cuando hace unos quince años le dije a él y a Aspar en el paddock de algún circuito que en el AS se estaban planteando dejar de mandarme a las carreras, porque resultaba muy caro, y me pidieron que llamara a mi jefe para que les pusiera con él. Nieto y Aspar le dijeron a Alejandro Elortegui que, si Mela no venía a las carreras, no había gran premio, y surtió efecto inmediato su llamada, porque no dejé de venir y de seguir disfrutando de su compañía en los circuitos.
Esta temporada era la primera tras 50 años en la que Ángel había dejado de ser un fijo de en las carreras. Ya no comentaba en la tele y sólo había ido a las pruebas españolas con su espectacular motorhome, pero seguía al tanto de todo y estaba disfrutando mucho del Mundial de MotoGP más disputado de la historia. Ahora mismo a muchos nos da igual lo que pase el domingo, en Brno, pero habrá que coger fuerzas porque él sería el primero que querría que mantuviéramos la ilusión, las ganas y la garra de siempre. Por algo le gustaba decir que éramos como los Rolling Stone. Los acordes de Start me up le ponían a tope en cada parrilla de MotoGP cuando comentaba la carrera en Telecinco y disfrutaba como un niño diciendo junto a Nico Abad eso de “¡me gustan las motos!”. Pues que te sigan gustando, allá donde vayas, pionero, ídolo, mito, compañero y amigo. Jamás te olvidaremos. Descanse en paz Ángel Nieto Roldán (25-1-1947/3-8-2017) y mi más sincero pésame a toda la familia y allegados, que son muchos, porque su grandeza así lo permitía.