La F1 solo tiene ojos para Kubica en el segundo día de pruebas

Sainz y Kvyat comparten el Toro Rosso, el madrileño en el turno de la mañana y el ruso en el de la tarde, Vettel y Raikkonen hacen lo mismo con el Ferrari, por ahí también andan jóvenes ilusionados en sus primeros pasos con un F1 como Lando Norris con el McLaren o Nobuharu Matsushita con el Sauber, pero no nos engañemos… Toda la atención del segundo y último día de test en el circuito de Hungaroring está centrada en un solo piloto, en uno de los regresos más esperados del deporte, en Robert Kubica.

Sí ayer movía una nube de periodistas y fotógrafos a su paso estando únicamente vestido con los colores de Renault y fuera del coche, hoy, la expectación en torno al polaco en la pista y en las gradas es máxima. A las 9:00 de la mañana, cuando el semáforo se coloreó de verde para dar comienzo a la actividad de la jornada, no había objetivos más que para Robert. Sonrisa de nerviosismo, casco puesto, piloto dentro del RS17, mantas fuera de los neumáticos, salida del box… y ¡golpe contra la pared del garaje!

En efecto, el momento álgido del día, la primera salida de Kubica con un monoplaza de 2017, estuvo salpicado por esta curiosa anécdota: midió mal la longitud del Renault y chocó la rueda trasera derecha con la pared del box, haciendo que el cartelón de Hulkenberg que presidía la entrada del garaje se descolgara y cayera al suelo provocando el susto de los presentes. Un simpático suceso que no empaña una imagen mágica. Luego, se dedicó a hacer unas primeras vueltas de instalación sin mayores problemas.

Mientras Robert vive un ocupado día en Hungría, la F1 espera su regreso. Esto opina Hamilton sobre él: "Es uno de los mejores pilotos con lo que me he enfrentado. Si hubiera seguido corriendo hoy estaría en la contienda por el título mundial si es que no habría ganado ya uno. Tienen un talento natural y es una pena que no lo tengamos con nosotros. Hay grandes y luego hay verdaderos pilotos especiales como él". Grandes palabras para un gran piloto compartidas por muchos. Solo se le puede desear que le vaya bien.