Lleno total en Indianápolis con miles de ‘alonsistas’ en las gradas
Muchos aficionados a Fernando Alonso en el Speedway de Indianápolis entre algunas venidas desde China o Japón. Y sobre todo muchos españoles.
Se ríen. Siempre. Cuando están felices aun más y nada hace más feliz a Wenquin Liao y Nanae Omoto que estar al lado de Fernando Alonso. La primera es china y la segunda japonesa, la primera es estudiante en Texas y la segunda trabaja cuidando personas mayores, las dos han hecho viajes largos para ver a su ídolo y ninguna d las dos podía faltar en las 500 Millas de Indianápolis de este año.
Llevan camisetas con la cara de Alonso hecho manga, banderas de Asturias y traen regalos. Están justo tras la verja que da acceso al pequeño paddock donde se arremolinan periodistas, ingenieros, fotógrafos y mecánicos de McLaren Honda Andretti. Y la familia de las carreras de Alonso. Ahí está Linda, la novia del asturiano, a la que llaman para darle un regalo. Le han traído té. La china conoció a Fernando en el gran premio de su país de 2004 y desde entonces lo sigue por el mundo, la japonesa tiene 26 años y lo ve desde que tenía catorce. Pasan por ser dos de las más fieles del planeta Alonso.
De repente al lado de las orientales aparece una bandera española. "Estoy…. ufff, estoy… como el día de mi boda, nervioso, llorando…". Ramón Simarro que ha venido a Indy con su hermano Manuel desde Madrid. Ambos son peritos de coches y han perdido dinero por venir a ver a Alonso, además de los casi dos mil cada uno que se gastarán en el viaje, pero tenían que estar. "Es alucinante esto, espectacular y como gane Alonso…". Como el día de su boda…
Este año se esperaba lleno total en Indianápolis y así fue, más de cuatrocientas mil personas en las gradas según la organización. Y son muchos los que han venido por Alonso, según la organización se notó la presencia del asturiano.
Todos ellos pudieron vivir sobre todo el increíble ambiente que rodea a esta carrera legendaria. En las presentaciones de los pilotos vimos que Alonso fue el segundo más vitoreado por detrás del clásico Tony Kanaan, también a un helicóptero del ejercito haciendo auténticos malabares en el cielo, un avión volando bajo al compás del himno estadounidense, al actor Jeffrey Dean Morgan pilotando el coche de seguridad o el impresionante minuto de silencio por los caídos en el día de su celebración.
Después los pilotos se quedaron solos, se escuchó la orden de arrancar los momento de arrancar los motores y a partir de entonces los aficionados disfrutaron de la carrera. Ya solo les quedaba vivir el momento y esperar si ellos también viven su propia historia.