Bakú culpa a los pilotos por su flojo debut en F1 el año pasado
El promotor de la carrera cree que no se vio el espectáculo que se esperaba porque los pilotos compitieron con demasiada cautela.
Una magnífica estampa de la ciudad, un sinuoso y estrecho recorrido que no perdona ni el más pequeño de los fallos y la oportunidad de ver a los 22 coches juntos por primera vez desafiando los muros de sus seis kilómetros. Con esas premisas y el susto que nos dejó en el cuerpo las montoneras que se montaron en la carrera de la GP2, nos frotábamos las manos con lo que podía suceder en el estreno de la F1 en Bakú, pero nos quedamos helados… No pasó nada. Ni incidentes, ni coches de seguridad, ni luchas, ni sorpresas. Nada.
Lo que se suponía que iba a ser una de las citas más espectaculares del año, resultó ser una de las más descafeinadas. Una auténtica decepción por la que el promotor del GP de Azerbaiyán culpa directamente a los pilotos, a su cautela. "Se trata más de la confianza de los pilotos. Una vez que aumente después de la primera carrera del año pasado será más interesante. La pista es implacable, no se pueden cometer errores y tiene mucho potencial para ofrecer un gran espectáculo", opina Arif Rahimov en 'Autosport'.
Esa es una esperanza de Rahimov, la otra, que su prueba ya no coincidirá con las 24 Horas de Le Mans. "Estamos felices de que no tengan que elegir entre las dos carreras porque Le Mans es un gran evento", dice satisfecho, y asegura que ya lo están notando en la venta de entradas: "Se han vendido cinco veces más que el año pasado a estas alturas". Bakú tiene los ingredientes adecuados para ser una de las citas favoritas del calendario, solo hay que mezclarlos bien. Esperemos que el 25 de junio den con la receta apropiada.