Verstappen a sus críticos: "Es un halago que se centren en mí"
Max encuentra normal que cree discrepancias por su pilotaje y reconoce que le "falta un poco" para estar a la altura de Ricciardo.
Está en boca de todos, para bien o para mal. Algunos de sus adelantamientos forman ya parte de los mejores que se han visto en la época reciente de la Fórmula 1, pero una agresividad que aún no sabe medir hace que las críticas compitan contra los halagos. Su actitud es de la que no dejan indiferente a nadie, algo que Verstappen acepta y con lo que sabe convivir. El deporte está plagado de ejemplos de deportistas que crean reacciones discordantes, que oyen alabanzas y reproches a partes iguales, y él está incluido en ese grupo.
"Es algo que pasa en el mundo del deporte. Mi manera de pilotar es así, a algunos les gusta y a otros no, pero es así siempre. En el fútbol también pasa, a algunos les gusta un futbolista y a otros no. En la F1 pasa lo mismo. Lo encuentro algo normal, pasa en todos los deportes", dice en ‘Motorsport’ el holandés, quien se congratula por ser el centro de atención también entre los pilotos: "Creo que es un halago que se centren en mí. Han tenido que hacer una norma nueva para los adelantamientos, es perfecto".
Con sus movimientos al límite se ha granjeado una polémica conducta en el paddock. Tiene al enemigo fuera de casa, al contrario que antes de dar el salto a Red Bull, donde su principal rival era Sainz. "En Toro Rosso tenías que demostrar lo que valías para llegar a un grande, por eso teníamos un poco más de tensión. Una vez que estás en un equipo top, ya lo has logrado, así que trabajas en conseguir buenos resultados y luchar por victorias y podios. Es lo que hace que sea más relajado", dice sobre su buena relación con Ricciardo.
Aunque su adaptación al RB12 ha sido rápida y efectiva, su compañero australiano aún está un paso por delante, algo que Max ve normal y que explica por la experiencia: "Conoce el coche mucho mejor que yo porque lo lleva pilotando muchos años, es simplemente experiencia. Cada vez que me subo al coche, me falta un poco, no sé todavía cuál es su potencial y eso te lo da la experiencia". Con su ascenso meteórico y su constante exposición a los focos, Verstappen la está adquiriendo a pasos agigantados. A ver cómo la gestiona.