Primer título: once años del 'toma, toma' de Alonso en Brasil
El 25 de septiembre de 2005 en el circuito de Interlagos el asturiano hacía historia del deporte español con una hazaña que nadie ha podido repetir. ¿Logrará el tercero?
El coche azul y amarillo entraba en la línea de meta del circuito de Sao Paulo y, mientras la familia y todos los mecánicos, ingenieros y directivos de Renault en Brasil saltaban de alegría, a miles de kilómetros de allí se presenciaba otra escena...
Eran las 20:31 minutos y encima de la mesa, con los ojos emocionados y las manos en la cabeza el, habitualmente templado, Raúl Romojaro se sentía el jefe de todo en la redacción de AS. Y lo era. A su lado, Javier Asprón y yo mirábamos a la pantalla de la televisión impresionados, riendo y sonriendo, mientras escuchábamos a Carlos Miquel gritar en la Cadena SER que estaba viendo la historia. 'Un hito, un hitoooo', decía el entonces enviado especial de AS a los grandes premios. Y en el periódico todo el mundo miraba con admiración a aquel jefe de motor, que recordaba épocas de breves con catorce páginas por hacer y una portada doble, y a sus dos redactores, alguno incluso no felicitaba, los más giraban la cabeza un instante para volver en pocos segundos al monitor de su ordenador, pero muchos descubrieron aquel día a un nuevo héroe. La emoción, en la antigua sede de AS en la calle Albasanz de Madrid, tenía olor a gasolina, a rueda quemada y a logro de un muchacho asturiano que ya estaba en nuestros corazones, pero ese día se ganó un sitio en la historia. Pasara lo que pasara. Pase lo que pase. Para siempre.
Este sábado la redacción piensa en silencio, en las pantallas vemos a Márquez ganar otra carrera y asegurase el título de MotoGP, juega el Atlético en el Calderón contra el Depor y los corrillos hablan de Zidane y Cristiano Ronaldo, pero aquí en un rincón aún nos acordamos de aquel momento en el que fuimos felices y lo seremos siempre con el recuerdo. Y los amigos viven en otros mundos, siempre cerca, aunque parezca lejos. También ese año, si me permiten el protagonismo, llegó Rafa Payá a la sección y somos los únicos que quedamos de aquella panda de locos maravillosos junto a Mela Chércoles que sigue recorriendo circuitos y mundo entre uves y ráfagas. Ahora hay nuevos y buenos compañeros/as y me toca a mi contar las aventuras del genio astur por el planeta y, a once años de su primer título, la pregunta que todos me hacen, que todos nos hacemos es si volverá a ser campeón del mundo. ¿Volveremos a ser tan felices?
Alonso, aquel día fue tercero tras Montoya y Raikkonen, ambos con McLaren Mercedes, ambos con el coche más rápido quizá de esa temporada, pero el asturiano ganó a falta de dos grandes premios para el final y consiguió siete victorias y quince podios en unaF1 diferente. Entonces pilotaba un Renault tremendo, con un motor denominado RS25 V10 atmosférico de 3.000 centímetros cúbicos, un monoplaza diseñado por Tim Densham y Bob Bell que montaba neumáticos Michelin. A partir de entonces el asturiano ha sido el único piloto capaz de ganar con todo tipo de coches, neumáticos, normas... por eso se le considera uno de los mejores de las historia.
Alonso ganaba con 24 años, 1 mes y 27 días, salía del coche gritando el alma con aquel legendario 'toma, tomaaa', dedicaba el título a su familia, los que más le habían ayudado, y después a toda la afición española. Entonces, antes de empezar la temporada, Fernando deseaba a mil por hora: "Sí, tengo prisa por ganar. Quiero hacerlo cuanto antes y, sobre todo, con Schumacher en la pista. El primer campeón sin él en la pista no tendrá tanto mérito". Y fue el primer campeón con Michael en la pista, y repitió al año siguiente, después se fue a McLaren y cambió todo, dos años en Renault haciendo ganar a coches mediocres, y cinco en Ferrari luchando por el título dos veces haciéndose grande en la escudería que más feliz le ha hecho, a pesar de los pesares. Y vuelta a McLaren.
Ahora con 36 años, 32 victorias en grandes premios, 22 poles, 22 vueltas rápidas y 97 podios dispone de un palmarés para viajar siempre en primera clase, pero tiene más prestigio que éxitos, y es que en esto de la Fórmula 1 no siempre el mejor es el que gana.
Pero aquella vez, hace once años ya, ganó el mejor y todos fuimos más felices, todos gritamos aquel 'toma, toma' de nuestra vida y viajamos en el coche a toda velocidad mirando de reojo las favelas de Sao Paulo, reímos mirando a aquel mecánico calvo con la camiseta en la que preguntaba quien era Schumacher, y sentimos al ver a las camareras de Renault sonriendo, ese día todos nos abrazamos a Briatore, Bravo Fernando, Bravo... y vivimos la mirada de orgullo del padre, ¿verdad José Luis? cuando la misión estuvo cumplida, y nos acercamos el trofeo a la cara como un niño bueno con su peluche favorito, todo fue ese día que Oviedo, Asturias, España entera estaba mirando la tele viendo ganar al nuevo ídolo, que la Cibeles se vistió de azul Covadonga gracias a a alguien que ya no sería la misma persona desde ese momento, pero que ya era una persona especial, uno de esos que sueñan hasta hacer verdad los sueños, uno de esos capaces de hacer lo que nadie había hecho antes.
Fernando Alonso, once años ya, y se nos sigue poniendo la piel de emoción en el recuerdo... ¿Os acordáis Raúl, Javi, Carlos? ¿Se acuerdan...? Y es que hay instantes eternos que viven para siempre en el recuerdo.