Jackie Stewart avisa a Hamilton: "Lleva una vida que le distrae..."
"Cuando tienes éxito constante todo puede parecer muy fácil. Pero, de repente, las cosas pueden ir peor", dice el escocés sobre Lewis.
Es el único británico que todavía aguanta los registros de Hamilton en las estadísticas, el único que logró tantos títulos como ha levantado el de Mercedes y, quizá, por eso puede tener la autoridad para criticarle como un padre haría con su hijo: para aconsejarle. Sir Jackie Stewart ha vuelto a centrar el foco en la agitada vida privada que lleva Lewis fuera de los circuitos, está convencido de que eso es lo que le distrae en su lucha por el Mundial y por eso Rosberg llega a la recta final con ocho puntos de renta.
El escocés viene a decir que cuando uno está acostumbrado a ganar tanto, a ser siempre el mejor de su equipo y de la parrilla, puede caer en el error de pensar que puede seguir haciéndolo sin esfuerzo, o algo más… "Tal vez puedes tocar fondo... Eso puede pasar gracias al éxito constante, porque cuando lo tienes todo puede parecer muy fácil. Pero, de repente, las cosas pueden ir peor: estás extenuado, no estás concentrado o llevas una vida que te distrae...", opina en el ‘Daily Mail’.
Esa vida que distrae a Hamilton ya ha sido objeto de crítica por parte de Stewart con anterioridad. "Debería pedir perdón por sus payasadas en moto", dijo en marzo. Y claro, a eso hay que sumar ahora el gran estado de forma de Rosberg, una combinación que puede resultar fatal para Lewis: "Cuando estás en lo alto de cualquier trabajo puedes dejarte llevar por el éxito. Piensas que puedes escapar de todas las cosas. Entonces, llega alguien y pilota mejor que tú o de forma más consistente".
"Yo siempre tenía miedo de ser vencido, siempre pensaba que podría haber alguien por ahí mejor que yo o que podría tener un coche mejor. Así que siempre trabajé sobre esa base. Nunca podía sentarme y relajarme", pone como ejemplo de su propia experiencia Jackie. Y de hecho fue vencido. Graham Hill (en 1968) y Fittipaldi (en 1972) le dejaron sin título dos años, y no quiere que eso le pase a su compatriota. Por eso le da un tirón de orejas, para que reaccione, vuelva a concentrarse y se quede sólo en la estadística.