Alonso, cerca de Ferrari y Red Bull, pero doblado otra vez

Sucede cuando el camino es un intento y el destino se encuentra lejos, cada paso es un triunfo y así se debe considerar, sobre todo porque hace un tiempo había más piedras en la pista que asfalto por el que poder rodar. Aunque lo cierto es que nunca pensó ni sintió Fernando Alonso que pudiera enlazar la palabra contento con la frase ser el mejor del resto. Ahora sí. Y con cierta razón.

En el mejor fin de semana de toda la temporada hay dos conclusiones evidentes en el análisis de la carrera de Fernando Alonso. Por una parte la mejoría es clara, pero por otra falta aún mucho trabajo para tener un coche realmente competitivo.

Porque consiguió un séptimo lugar real, sin artificios, ni coches abandonando por delante, lluvia, nieve o cualquier elemento de ayuda a su talento y porque su ritmo de carrera fue bueno, incluso en ocasiones similar al de los coches de delante, a los del siguiente paso.

Así, en condiciones similares y los mismos neumáticos la vuelta rápida de Alonso en la vuelta 62 fue solo tres décimas más lenta que la de Daniel Ricciardo con su Red Bull en la 60 y se quedó a seis décimas del Ferrari de Sebastian Vettel que lo consiguió en la 59. Esta vez este dato es real y representativo. Otra cosa son los Mercedes a más de 1,4 segundos en el caso de Nico Rosberg.

Y además fue más veloz que sus rivales directos ahora, Toro Rosso, con un gran Carlos Sainz a solo dos décimas del astur, Force India y también Williams. Ahora solo queda apuntalar este resultado, aunque lo mismo podríamos decir de madrileño.

Sin embargo el peor dato es que, pese a todo, Alonso volvió a ser doblado y terminó con una vuelta menos que los líderes, algo que ha pasado en todos los grandes premios de este año en los que ha terminado excepto Mónaco, donde acabó quinto, y China cuando fue duodécimo.

Ahora llega el GP de Alemania, un circuito mas veloz donde deben refrendar esa mejora. Y ver como Alonso de nuevo está a su mejor nivel de pilotaje. Veremos…