Jugada magistral de Márquez que consolida el liderato
Puso neumáticos lisos cuando la mayoría aún iba con Michelin de lluvia y ya saca 48 puntos a Lorenzo. El podio lo completaron Crutchlow y Dovizioso.
Qué lejos queda la carrera de Australia de 2013, aquella en la que un error del equipo al contabilizar las vueltas para el obligado paso por el pit lane a cambiar de moto le valió a Márquez la bandera negra que le descalificaba. Su lado del box en el Repsol Honda pudo desquitarse de aquello pocas semanas después, con la celebración de un primer título al que le siguió un segundo y ahora ya se permite el lujo de dar lecciones de estrategia a los demás. Se ha visto en Sachsenring, escenario de la prueba más caótica de la temporada, porque arrancó en mojado y terminó con carril de seco, con numerosas incidencias, cambios de moto y un Márquez que mostró una perfecta sincronización con su equipo, muy superior al de su competencia.
Con el asfalto mojado, era Petrucci el que lideraba después de los primeros escarceos, con un Márquez que iba perdiendo posiciones, tanto como para bajar hasta la sexta plaza y sufrir una salida de pista escalofriante en la décima vuelta. Salvó la caída de milagro y en el regreso ya tenía claro que debería entrar a cambiar de moto en cuanto pudiera. Ahí le esperaba la que había estrellado y destrozado por la mañana en el warm up, reparada a tiempo por sus mecánicos y con slick de seco, porque él no contempla la opción de los intermedios…
El primer movimiento en boxes lo hizo en la decimotercera vuelta Iannone, que rodaba por delante Márquez en esos momentos, pero su cambio fue conservador y salió con neumáticos intermedios. Marc lo haría cuatro vueltas después y en el paso por meta previo ya avisó al equipo con un gesto con la mano que entraría a la siguiente. Además, a una curva del final repetía la señal porque a pie de pista se encuentra Roger Van der Borght, que alertó al box que mantenía la idea del cambio. En ese momento era una decisión arriesgada, porque había carril, pero exigía mucho cuidado, lo que no impedía que fuera rodando más rápido que la cabeza. La ocupaba Dovizioso, que había heredado el liderato por la caída de Petrucci, y le perseguía Rossi.
El grupo de cabeza en el que también viajaban Miller y Barberá, optó por el cambio seis vueltas después de Marc. Desde el muro los equipos hacían indicaciones a Dovizioso y Rossi, para que cambiaran de moto, pero estos retrasaron mucho su entrada, con la esperanza en el caso de Valentino de que le hubiesen montado gomas de seco en la segunda moto. No lo tenían hablado como en el equipo de Márquez y se encontró que, como todo ese pelotón, tenía que regresar con los intermedios. Fue su perdición. Mientras estaban en pista antes del cambio Marc ya les quitaba seis segundos por vuelta y al final no pudieron verle el pelo tras el paso por boxes. Sólo Miller se quedó en la pista con la esperanza de llegar hasta el final, pero el ilerdense lo pulverizó.
Rodando ya en cabeza, sin nadie que amenazara su victoria, estaba por ver quiénes serían sus acompañantes en el podio. Al final lo fueron Crutchlow, que venía envenenado, y Dovizioso, a diez segundos del ganador. Luego cruzaban la meta Redding, Iannone y Pedrosa, con la misma estrategia que su compañero aunque con peor resultado, Miller, Rossi, Barberá y Bautista completando las diez primeras plazas.
Fue un resultado malísimo para Valentino, pero aún peor para un Lorenzo en plena crisis de confianza, capaz de rascar sólo el puntito de la decimoquinta plaza. De ese modo se queda a 48 puntos de distancia de Márquez, que también le saca otra barbaridad a Rossi, 59, cuando sólo se han disputado la mitad de las carreras. Si no pasa nada extraño, el Mundial ha quedado visto para sentencia en su ecuador.