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FÓRMULA 1 | GP DE AUSTRIA

'La paz de la piscina' entre los Mercedes sólo duró seis días

Antes de llegar a Austria, Hamilton dijo que se llevaba "muy bien sorprendentemente" con Rosberg tras hablar con él en Mónaco.

Actualizado a
Instante en el que Rosberg y Hamilton se tocan en Austria.

Lo contaba hace una semana Hamilton. "Estaba nadando en la piscina comunitaria de nuestro edificio y supongo que me vio desde su casa y bajó. Se sentó en el trampolín y cuando terminé de dar unos largos nos sentamos y hablamos media hora en un estado relajado". Así firmó la paz en su piscina de Mónaco con un Rosberg con el que se llevaba "muy muy bien sorprendentemente" según afirmó antes de llegar a Austria. Pero lo sucedido en asfalto de Spielberg empeorará otra vez las cosas sin remedio.

Esta vez, el culpable fue el que se llevó la peor parte. Nico golpeó a Lewis y se quedó sin una victoria que por momentos llegó a tener agarrada con una mano. Puede que unos frenos muy sobrecalentados no le respondieran tanto como hubiera esperado, pero no hay dudas de su culpabilidad por mucho que haya intentando quitársela de encima en cuanto se encontró con un micrófono por el paddock. Incluso parte de la prensa, sobre todo la inglesa, y el propio Hamilton, dejan caer que fue intencionado.

Imposible saber si las sospechas son ciertas, pero lo que está claro es que la relación de amor/odio entre ambos pilotos de Mercedes vuelve a inclinarse hacia al lado oscuro después de que ya lo visitaran en Montmeló. Allí, hace tan sólo cuatro carreras, tuvieron su primer encontronazo de la temporada, uno de consecuencias mucho más graves que este segundo porque los dos acabaron encallados y frustrados en la grava justo después de darse la salida. Una acción que provocó una crisis en el equipo de la estrella.

No fue la primera que vivieron en Brackley. Aprovechando ese incidente de Barcelona, en AS recordamos otros cinco momentos tensos entre Lewis y Nico en sus cuatro años de convivencia en Mercedes, destacando dos que tuvieron en 2014, sobre todo el de Bélgica. Ahora, en el Red Bull Ring han escrito un nuevo capítulo de su rivalidad, sólo unas pocas páginas después del anterior. Quizá demasiado pocas. Las brasas en Mercedes se avivan de nuevo, y esta vez puede que ni el agua de Mónaco las apague…