AS se quedó "sin respiración" como copiloto de Carlos Sainz
El bicampeón del mundo y ganador del Dakar volvió a pilotar un coche de rallys, volando por los tramos Portugal como hace 30 años en el Mundial.
El escenario no podía ser más evocador. Tramo de Malhao, el mismo en el que Jari-Matti Latvala protagonizó un interminable vuelco con 21 vueltas de campana en el Rally de Portugal de 2009. Al volante, Carlos Sainz, el mismo que hace 30 años sorprendió al mundo debutando en tierras lusas, ganando su primer tramo mundialista. El coche, el Peugeot 208 R5 de ‘Cohete’ Suárez. El sufridor, el enviado especial de AS, testigo directo del regreso del bicampeón del mundo y ganador del Dakar al volante de un coche rallys.
“Llevamos las suspensiones duras, que no son las mejores”, me explica Sainz mientras termino de ajustarme los arneses y colocarme el Dodotis. “¿Me oyes bien? Pues vamos allá”. El madrileño engrana primera y enfila una ancha bajada con una interminable sucesión de curvas en la que no para de meter marchas. Segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta…hasta que por fin llegamos a una derecha lenta con un pequeño puente en la que Carlos tiene que reducir hasta segunda y yo recupero la respiración.
Ahí iniciamos una subida algo más lenta, hasta que llegamos a otra derecha en la que comenzamos a ascender en la cresta de un valle. “Me parece que por aquí fue donde se despeñó Latvala”, pienso para mi desgracia mientras Sainz sigue engranando marchas en una zona mucho más estrecha, pero rápida, llena de rasantes en los que el copiloto adoptado se queda sin pulso. Cuando no sabes lo que hay después, se para el corazón.
El regreso es más relajado, no porque el chaval de 54 años se corte, sino porque el sufridor de la derecha, otro chaval de 50, ya sabe lo que le espera. Otros tres kilómetros de regreso y por fin volvemos a divisar la asistencia. Fin de trayecto. “No está mal para una joven promesa”, le digo al “chófer”. “Con los años que ya vamos cumpliendo tenemos que aprovechar estas cosas, que tarde o temprano se nos van a acabar”. Pues que sea más tarde que temprano, aunque Carlos Sainz ya es eterno. Y yo un afortunado por haber vivido de cerca estas tres décadas de éxitos. Gracias.